International Business Machines (IBM) México, respondió a una demanda interpuesta por la empresa de telecomunicaciones Iusacell, propiedad de Televisa y Grupo Salinas, con una declaración en la que asegura que esta querella es parte de una estrategia de la empresa mexicana para evadir sus obligaciones contractuales.

 

“A pesar de importantes mejoras en la infraestructura de tecnologías de la información de Iusacell y en el crecimiento de sus ingresos, Iusacell ha incumplido con los pagos adeudados a IBM México conforme al contrato. Como resultado, IBM México se vio obligado a recurrir a un procedimiento arbitral contra Iusacell para hacer cumplir el contrato”, dijo IBMen un comunicado.

 

La semana pasada Iusacell demandó a IBM por supuestas declaraciones fraudulentas en un contrato firmado en 2010, que la habrían privado de ganancias por unos dos mil 500 millones de dólares.

 

“Esta demanda de Iusacell es el más reciente esfuerzo para evadir sus obligaciones e impedir la continuación del procedimiento arbitral conforme lo había acordado. IBM solicita a Iusacell respetar los términos del contrato y dar por finalizados sus intentos de entorpecer el curso del procedimiento arbitral”, dijo IBM.

 

Iusacell argumentó en una demanda presentada ante una corte de Nueva York que la firma de un contrato de servicios con IBM “resultó en un retraso de más de tres años en la capacidad de Iusacell para actualizar sus deficientes sistemas de tecnología de la información durante un período de oportunidad de negocio en México”.

 

Por otro lado, IBM reportó ventas trimestrales menores a lo esperado por debido a la caída de sus negocios de almacenamiento y servidores, que contrarrestó el avance de su área de software.

 

Las ventas totales de la mayor compañía de servicios de tecnología del mundo cayeron un 4% a 22 mil 500 millones de dólares.

 

Los ingresos del área de hardware se hundieron un 23% a 2 mil 400 millones de dólares, mientras que las ventas de sistemas de almacenamiento también declinaron un 23 por ciento.

 

Los ingresos en América cayeron un 4%, mientras que las ventas bajaron un 12 % en países de la región Asia-Pacífico y un 11% en mercados emergentes como Brasil, Rusia, India y China.