El que armó revuelo por haber calificado de “ineficientes” a los egresados del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México) que han manejado la Hacienda Pública fue Andrés Manuel López Obrador.

 

Inicialmente mencionó –vía Twitter– al actual titular de Hacienda, José Antonio Meade, y a su antecesor, Luis Videgaray. Escribió de ellos que provenían de la “escuela de tecnócratas neoporfiristas que han dañado la economía de la gente y a la nación”.

 

Bueno, pues no se conformó con eso.

 

El líder de Morena subió luego un video a su página en Facebook en el que suma a la lista de tecnócratas “ineficientes” –y agregó el calificativo de “corruptos”– al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y al ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.

 

Cierto, consideró, “hay rarísimas excepciones”, pero los más, reprueban, “han dañado a México”.

 

En el Gobierno de Felipe Calderón y en los cuatro años que van de Enrique Peña Nieto, los que han manejado la Hacienda son licenciados en Economía del ITAM “y vean los resultados”, apuntó:

 

-Calderón recibió la deuda en un billón 700 mil millones de pesos en 2006, y la deja en cinco billones 200 mil millones, seis años después. Es decir: Carstens, Cordero y Meade la crecen 200%.

 

Y eso, añade el tabasqueño, que a Calderón le tocaron los precios más altos del petróleo, los tiempos de las “vacas gordas” y recibe por excedentes del petróleo cuatro billones 800 mil millones de pesos en el sexenio.

 

¿Qué hizo con eso?: ¡todo derrochado! Gasto corriente como nunca y hasta un avión que estrenó Peña Nieto (ése que ni Obama tiene).

 

-Ahora con Peña Nieto, de una deuda de cinco billones 200 mil millones que recibió, la tiene ya en nueve billones.

 

Este año (para 2017) están considerando que se va a pagar sólo en intereses de la deuda, 600 mil millones de pesos.

 

“¡Es alarmante lo que está sucediendo!”, advirtió el tabasqueño.

 

Y qué van a hacer los famosos itamitas: pues reducir más el gasto, particularmente los programas de desarrollo, lo cual implica menos crecimiento, más pobreza y más problemas.

 

“Si fueran buenos peritos, no estaría la economía como está”, alegó para cerrar.

 

POR FIN SE FUE ZERÓN.- Vaya que tardó mucho en irse el autor de la famosa “verdad histórica” que proclamó el procurador Jesús Murillo Karam sobre la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.

 

Tomás Zerón de Lucio, jefe de la Agencia de Investigación Criminal hasta ayer, deja su posición a unos días de que se cumplan dos años (el 26 de septiembre) de los sucesos de Iguala.

 

La renuncia de Zerón había sido demandada insistentemente por los padres de los 43 normalistas, y había sido evidenciado por los expertos del GIEI manipulando evidencia del caso en el río San Juan, cercano al basurero de Cocula, donde, supuestamente, habrían sido incinerados los normalistas. O al menos algunos de ellos.

 

La renuncia se da también luego de que la revista Science publicara un texto del experto en fuego José Torero acerca de un experimento que realizó en Australia, para probar su hipótesis de que los normalistas no pudieron haber sido incinerados en el basurero.

 

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