El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó hoy el acuerdo alcanzado por las potencias del G5+1 y el gobierno de Irán para limitar el programa nuclear de ese país, luego de casi una década de estancamiento.

 

Netanyahu indicó este domingo que Irán consiguió lo que pedía, “un alivio significativo de las sanciones en su contra y la preservación de partes significativas de su programa nuclear”.

 

En tanto, el canciller, Avigdor Lieberman, dijo que Israel debe actuar con independencia en relación al acuerdo alcanzado por las potencias internacionales con Irán, y agregó que todas las opciones están sobre la mesa.

 

“Tenemos que asumir la responsabilidad de nuestro destino”, dijo a Radio Israel. “Como siempre, todas las opciones están sobre la mesa.”

 

Lieberman calificó el acuerdo como una victoria para los líderes religiosos de Irán, destacó el diario Haaretz.

 

El borrador del acuerdo alcanzado en Ginebra tendrá una vigencia de seis meses, el cual propone que Irán suspenda el enriquecimiento de uranio de alto grado.

 

El país islámico se ha comprometido a detener el procesamiento de uranio enriquecido hasta el 20 por ciento y sólo podrá hacerlo por debajo del 5.0 por ciento, lo que resulta suficiente para su uso civil.

 

A cambio, las potencias permitirán la liberación de alrededor de cuatro mil 200 millones de dólares de fondos iraníes congelados en cuentas de bancos extranjeros.

 

Además, se autorizará la reanudación del comercio de metales preciosos, algunos petroquímicos y partes de aeronaves.

 

Teherán no seguirá expandiendo las plantas nucleares de Fordo y Natanz, ni la planta de agua pesada de Arak, que está en construcción y donde se podría producir plutonio necesario para una bomba atómica.

 

Las negociaciones cerraron al filo de las 03:00 horas locales (02:00 GMT) después de cuatro días complejos e intensos entre Irán y el G5+1, integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania.

 

Los siete cancilleres de los países mencionados, más la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton, firmaron el acuerdo en una ceremonia en el Palacio de las Naciones, sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza.