EL CAIRO. El yihadista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) ha entregado a casi 300 mujeres yazidíes que había capturado recientemente en Irak a sus milicianos en Siria a cambio de dinero, al considerarlas como “botín de la guerra contra los herejes“.

 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó  que el EI “vendió” por mil dólares a cada una de estas mujeres entre sus combatientes en Siria.

 

El grupo radical pretende que las yazidíes se conviertan primero al islam y luego se casen con los yihadistas a los que fueron vendidas.

 

El Observatorio señaló el caso de al menos 27 de estas mujeres que ya fueron obligadas a casarse con integrantes del Estado Islámico en la periferia de la provincia de Alepo y en las ciudades de Raqa y Hasaka, en el norte de Siria.

 
Algunos árabes y kurdos intentaron sin éxito pagar una cifra mucho mayor de dinero al Estado Islámico a cambio de la liberación de estas mujeres en la zona de Al Shadadi, en Al Hasaka, añadió el grupo de derechos humanos.

 

Irak es escenario de un conflicto armado, con tintes sectarios, desde junio pasado, cuando insurgentes suníes encabezados por el EI lanzaron una ofensiva en la mitad norte del país y declararon un califato en las zonas bajo su control en Irak y Siria.

 

Decenas de miles de personas de la minoría kurda yazidí han huido de sus hogares en el norte de Irak perseguidos por el Estado Islámico, mientras que otros tantos se vieron obligados a resguardarse en el monte Sinyar este mes generando una nueva crisis humanitaria.

 

En su avance sobre el terreno, los yihadistas han perseguido a los yazidíes -a los que acusan de adorar al diablo- y otras minorías religiosas, obligándolos a convertirse al islam para seguir con vida.

 

Ante el riesgo de un genocidio, Estados unidos optó por apoyar a las fueras iraquíes y kurdas contra el EI y desde el pasado día 8 ha lanzado un centenar de ataques aéreos contra posiciones extremistas.

 

MG