MIAMI.- Los malos presagios dados por los meteorólogos sobre el poder destructor del huracán Irma se confirmaron con su impacto de Estados Unidos, donde se registraron daños y víctimas mortales en Florida, Georgia y Carolina del Sur.

 

Solo en Florida Irma ha cobrado la vida de seis personas. En Georgia, tres personas fallecieron, dos de ellas debido a la caída de sendos árboles sobre una vivienda y un vehículo, y en Carolina del Sur un hombre que cortaba un árbol dañado por Irma falleció cuando una rama cayó sobre él.

 

El ciclón descargó fuertes cantidades de agua que inundaron varias ciudades de Florida. El panorama de calles anegadas y vías bloqueadas por árboles caídos se ha repetido en muchos centros urbanos del estado, algunos de ellos bajo toques de queda nocturnos con el fin de que los trabajadores municipales puedan limpiar los escombros y reponer los tendidos eléctricos.

 

De acuerdo a la Oficina de Gestión de Emergencia estatal, más de 6.7 millones de clientes de las principales proveedoras de energía en Florida se encuentran sin suministro a causa de la ola destructiva de Irma, que antes de llegar a Estados Unidos alcanzó a tener categoría 5 (la máxima de la escala Saffir Simpson) y un tamaño mayor al de la península de Florida.

 

Los Cayos, un conjunto de islas e islotes en el extremo sur del estado ha sido sin duda una de las áreas más afectadas, como lo constató ayer el gobernador del estado, Rick Scott, tras sobrevolar la zona.

 

“Mi corazón está con la gente de los Cayos de Florida”, aseguró Scott en una rueda de prensa en el condado Miami-Dade, en la que señaló que este archipiélago enfrenta “un largo camino para la recuperación”.

 

Pero los efectos de Irma, que se acercó a Florida por su costa suroriental, se sintieron a ambos lados de la península.

 

Varias localidades costeras del sureste despertaron ayer entre un mar de ramas y árboles caídos, embarcaciones salidas y acumulaciones de aguas en sus calles, mientras que las autoridades de los condados Broward y Miami-Dade han suspendido las clases hasta nuevo aviso.

 

Las autoridades de Miami Beach no ha permitido a turistas y residentes ingresar a la ciudad hasta la tarde del martes, lo que ha generado atascos de consideración y obligado a muchos otros residentes que se encuentran en refugios a mantenerse en ellos.

 

La alcaldesa del Condado Broward, Barbara Sharief, señaló que al menos 2 mil personas se mantenían aun en los refugios, debido a la falta de energía o por las inundaciones que les impiden volver a casa, según la cadena ABC News.

 

La carretera que conecta los Cayos con el territorio continental se mantendrá cerrada hasta nuevo aviso con el fin de limpiar los escombros y postes de luz, según dio a conocer ayer la Patrulla de Carreteras.

 

Miami algunos comercios de a pocos empiezan a abrir sus puertas. El aeropuerto de esta ciudad prevé retomar los vuelos, aunque con cierto límite, partir de hoy, mientras que los aeropuertos de Ft. Lauderdale y Tampa segían cerrados. Solo el de West Palm Beach empezó a operar desde el mediodía del lunes.

 

El Servicio Nacional de Meteorología reportó que en Jacksonville se registraron ayer un aumento del mar por la marejada ciclónica superior al que ocasionó en 1964 el huracán Dora, a la vez que su alcalde, Charlie Latham, señaló que al menos el 90 por ciento de su población estaba sin luz.

 

En Tampa, de acuerdo a su alcalde, Bob Buckhorn, se han registrados daños en las viviendas e inundaciones.

 

El ciclón avanzó al estado de Georgia, en donde, al igual que en Carolina del Sur y Alabama, ya se sentían los efectos del vientos y lluvias.

 

El Centro Nacional de Huracanes de EU pronosticó que Irma se degradaría hoy a depresión tropical.

 

Xavier Rodríguez

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En Cuba esperan lenta recuperación

El huracán Irma causó 10 muertos a su paso por las costas del norte de Cuba, donde dejó un reguero de destrucción hasta La Habana que supone un duro revés para la ya precaria economía de la isla, aunque el presidente Raúl Castro prometió hoy que “la Revolución no dejará a nadie desamparado”.

 

Dos días después de que el ciclón se alejara de Cuba, el Gobierno comenzó a evaluar los daños, y a pesar de que ya comenzaron las primeras labores de limpieza, aún hay miles de personas desplazadas de sus casas y, como comentaban ayer los habaneros en las calles, “el verdadero huracán comienza ahora”.

 

En La Habana fallecieron siete personas por derrumbes y electrocuciones y otras tres personas murieron en las provincias de Matanzas, Ciego de Ávila y Camagüey, también debido al desplome de sus casas, de las que se habían negado a marcharse.

 

caem