DUBLÍN. Irlanda se ha convertido en el primer país en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo por el voto popular, obteniendo una victoria este sábado para el movimiento de derechos de los homosexuales y que sitúa al país en la vanguardia del cambio social.

 

El matrimonio entre parejas del mismo sexo será reconocido por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que le concederá protección constitucional y le equiparará al matrimonio convencional.

 

Apenas una hora después del comienzo hoy a las 08:00 hora local del cómputo de los sufragios, las primeras proyecciones indicaban ya que el apoyo al matrimonio homosexual se imponía en casi todas las circunscripciones de Dublín y en muchas de las de las zonas rurales.

 

Tras la oficialización de los datos provisionales, Irlanda se convertió en el primer país del mundo que reconoce en referéndum el matrimonio entre parejas del mismo sexo.

 

Iglesia apoya voto

 

El “Iona Institute”, un influyente “think-tank” católico que hizo campaña por el “no”, reconoció en su cuenta de Twitter que el electorado irlandés, de poco más de tres millones, ha apoyado mayoritariamente la propuesta del Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas.

 

“Felicitaciones al bando del Sí. Bien hecho. #MarRef”, escribió en la red social el director del Iona Institute, David Quinn.

 

Al cierre anoche de los colegios electorales a las 21:00 hora local, la RTE estimó que la participación del electorado podría situarse entre el 50 y el 60 por ciento, un índice mucho más alto que el registrado en anteriores plebiscitos, lo que da una idea del interés que ha despertado esta consulta.

 

Detractores

 

Los detractores, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la Iglesia católica, sostienen que estas uniones atentan contra los valores de la familia tradicional y que modificarán radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionarán los derechos del menor.

 

La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio”. Con información de The New York Times y EFE