La iniciativa privada trabaja en la creación de pequeñas y medianas empresas para que participen en proyectos de explotación y exploración de petróleo y gas, así como en la producción de electricidad en México.

 

“Estamos trabajando intensivamente en la consolidación de un modelo de consorcios, que busca detonar la inserción de las pymes en contratos de empresas tractoras que se ejecuten en cada región, particularmente en los 12 estados que concentran la actividad y potencial energéticos”, aseguró Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador  Empresarial (CCE).

 

Según el empresario, también buscan un sistema nacional de certificación para pymes y un Comité de Contenido Nacional, los cuales faciliten la participación de las empresas mexicanas y la conformación de cadenas de abastecimiento y clusters.

 

Dijo que es necesario un órgano que trabaje en cuestiones como la integración de un registro nacional de proveedores.

 

El proceso de la Ronda Uno, el cual se celebrará en el primer trimestre del 2015, ha despertado gran interés en México y en el exterior, recordó el dirigente empresarial.

 

Añadió que para el sector empresarial hay prioridades muy concretas, comenzando por la creación de la comisión de seguimiento e implementación de la reforma, a efecto de potencializar la inversión y el empleo para el crecimiento.

 

El representante del organismo cúpula ve necesario completar la integración e instalar los órganos de gobierno, consejos de administración y comités, así como apuntalar las capacidades de los órganos reguladores y operadores.

 

“Este es un desafío estratégico, que será definitorio no sólo para el éxito de la reforma, sino para la economía nacional”, mencionó Gutiérrez Candiani.

 

El presidente del CCE agregó que la implementación de las disposiciones de la reforma energética marcha a buen paso y avanza vigorosamente la transformación que necesitamos en este sector.

 

“Se presentan perspectivas muy favorables en términos de inversiones -públicas y privadas-, así como el proceso de reforma, en el terreno de los hechos, en todas las áreas involucradas, directa o indirectamente: de la industria de los hidrocarburos y la electricidad a la relación estratégica de éstos con el sector productivo, en general”, expresó.

 

“Apenas estamos en la fase inicial, porque los retos son muchos y la mayoría, complejos, con riesgos importantes en un camino que exige mucha atención”, concluyó el empresario.