BUENOS AIRES. Investigadores buscan determinar si los ordenadores o los teléfonos del fiscal argentino Alberto Nisman, hallado muerto en enero, días después de denunciar a la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento de terroristas, fueron hackeados tras su fallecimiento, informaron hoy medios locales.

 

La razón de estas pericias son las dudas sembradas por testigos sobre el operativo realizado la noche que se encontró el cuerpo.

 

Nisman fue hallado muerto con un tiro en la sien en su domicilio de Buenos Aires el pasado 18 de enero, horas antes de comparecer en el Congreso para explicar la denuncia presentada contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por supuesto encubrimiento de terroristas iraníes.

 

La ex mujer del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que interviene como querellante en la causa de la muerte, solicitó que los cinco ordenadores y los dispositivos móviles de Nisman sean analizados para saber si alguien los usó o accedió de forma remota cuando el fiscal ya había muerto.

 

De acuerdo con los registros de la empresa telefónica Claro, existe una línea a nombre de Nisman que siguió en uso hasta el 22 de enero y el móvil que usó los días antes de su muerte para hablar con sus secretarias registra movimientos posteriores a su muerte, aunque estos pueden ser relativos al paquete de datos contratado, según la web Infobae.

 

“La querella intenta determinar la hora y fecha de encendido de la computadora y la existencia de programas de acceso remoto, así como identificar contenedores de almacenamiento en la nube que pueden contener registros informáticos de interés en las fechas solicitadas”, sostuvo Arroyo Salgado en declaraciones recogidas por el portal Infobae.

 

Nismane era el fiscal especial de la causa sobre el atentado contra la mutualista judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994.

 

Su muerte se produjo cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y a varios colaboradores, por presunto encubrimiento a los sospechosos iraníes de ese ataque.

 

En su casa había documentación relativa a la denuncia, ya que el fiscal tenía previsto comparecer en el Congreso al día siguiente de su muerte.

 

Esa denuncia de Nisman fue desestimada el pasado jueves por el juez de la causa, Daniel Rafecas, en un contundente fallo en el que afirmó que ninguna de las líneas de acusación del fiscal “se sostiene mínimamente”.

GH