La consolidación de una robusta y sólida investigación sobre la injerencia rusa en la elección de EU y la posible colusión con el equipo de Donald Trump, aumenta la tensión de la Casa Blanca, en un Washington conmocionado por la noticia del cáncer que padece el influyente senador John McCain y agobiado por la temperatura de 36 grados con percepción de 40 a causa de la humedad.

 

El Presidente Donald Trump atacó fuertemente a su Procurador, Jeff Sessions, por haberse excusado en la investigación sobre la interferencia rusa, por conflicto de interés.

 

“Sessions aceptó el cargo, lo asumió, luego se excusó de la investigación sobre la injerencia rusa y francamente, creo que eso es injusto para el Presidente; cómo aceptas un cargo y luego te excusas? si él me hubiera dicho que se excusaría, yo le habría dicho ‘gracias Jeff, pero no te voy a nombrar’, es extremadamente injusto para el Presidente”, dijo Trump en una entrevista al diario The New York Times.

 

Jeff Sessions respondió ayer por la mañana, dijo que planea permanecer en el cargo, que es “uno de los más altos honores que ha recibido en su carrera”, a pesar de la dura crítica de Trump.

 

“Continuaremos trabajando por el interés nacional en las prioridades del Presidente, amo este trabajo y amo este departamento. El trabajo que hacemos es el que continuaremos desempeñando” dijo el Procurador Sessions.

 

Trump, quien aseveró que él no está bajo investigación, comienza a sentirse cercado por un mayor escrutinio, que quiso detener al despedir a James Comey del FBI, que podría ser sustituido por el nominado Christopher Wray, a quien ya aprobó el Comité Judicial del Senado, por 20 votos a favor y 0 en contra, aunque aún falta la confirmación del pleno.

 

Y es que investigadores del fiscal especial Robert Mueller, expandieron la investigación a la estrecha relación empresarial de Trump con oligarcas rusos que han comprado apartamentos en las Torres Trump, invirtieron en el Concurso Miss Universo 2013 en Moscú, compraron una mansión de Trump en Florida en 2008 o invirtieron en el desarrollo del complejo SoHo.

 

Trump se opone férreamente a que se investiguen las finanzas y relaciones empresariales de su familia y del imperio que, a través de sus hijos, continúa manejando, argumentando que eso “sería un abuso y una violación, porque la investigación es sólo acerca de la injerencia rusa” .

 

El Presidente, que, según The New York Times “demostró un total desconocimiento de la clara concepción de obligaciones básicas que adquirió al asumir la presidencia”, también atacó al subprocurador Rod Rosenstain “por no manifestar públicamente su lealtad al Presidente”, a Andrew McCabe, director en funciones del FBI, diciendo que “en su campaña por un escaño del Senado Estatal, su esposa recibió medio millón de dólares de un comité de Acción Cívica del gobernador demócrata Terry McAuliffe”.

 

La investigación del fiscal especial avanza con nuevas pistas derivadas de la reunión de Donald Trump Jr., su yerno Jared Kushner y su ex director de campaña Paul Manafort con Natalia Veselskaya, a la que asistieron el hacker experto Rinat Akhmetshin, el publicista Rob Goldstone y Ike Kaveladze, el representante de Aras Aragalov, entre otros, como información de la cena de Trump y su equipo con todos los rusos implicados en este escándalo, en Las Vegas, Nevada.

Juan Ángel Espiniosa

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El Presidente dijo que “Mueller nunca debió ser nombrado” y justificó el despido de Comey, con las cartas del Procurador Sessions y el subprocurador Rosenstain sugiriéndolo, con base al manejo de la investigación sobre los emails de Hillary Clinton, aunque en entrevista posterior, reconoció que “desde semanas antes piensó en despedirlo”.

 

Aunque lo critica, Trump aún no piensa destituir a Mueller, según fuentes de la Casa Blanca, porque quiere evitar más problemas de los que tiene, a causa de la confrontación de Ivanka, Kushner y otros asesores contra Reince Priebus, su Jefe de Gabinete, a quien quieren despedir; lo que se suma a tres humillantes derrotas con el Obamacare y desafíos en seguridad internacional que este jueves analizó con su gabinete de Seguridad Nacional en el Pentágono, en lugar de convocarlos a la Casa Blanca, como regularmente hacen los Presidentes.

 

Según Benjamin Wittes, fundador del blog “Lawfare” la investigación sobre la injerencia rusa “no es sólo acerca de Trump, sino acerca de la democracia de Estados Unidos” y que “Trump no parece poder distinguir la diferencia entre el sabotaje electoral ruso, que busca debilitar la confianza pública en las elecciones de Estados Unidos, y la posible colusión de su equipo de campaña”.

 

La más sorpresiva revelación ahora es que los tentáculos de Moscú llegaron al Capitolio.

 

La abogada Natalia Veselnitskaya y Rinat Akhmetshin, 2 de los rusos directamente implicados en el escándalo por su relación y actividades con Donald Trump Jr., también se entrevistaron con el congresista Dana Rorahbacher y su asistente Paul Behrends, en la primavera de 2016, quienes trataron de reclutar al legislador republicano para cabildear en favor del levantamiento de sanciones económicas a Rusia.

 

El congresista Rohrabacher es, además, buen amigo del millonario ruso Jack Abramos. Kevin McCarthy, líder de la mayoría republicana en la Cámara baja, bromeaba diciendo que “los rusos pagaron la campaña de Rohrabacher”.

 

La semana próxima, Jared Kushner testificara en sesión cerrada ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado; y el miércoles testificaran -sin que sea bajo juramento- Donald Trump Jr. y Paul Manafort, ante el Comité Judicial del Senado, para hablar del encuentro con Veselnitskaya y el ofrecimiento al equipo Trump de información potencialmente dañina para su adversaria Hillary Clinton, en “documentos altamente sensitivos, del más alto nivel de Rusia” enviados por el “Fiscal de la Corona”.

 

Charles Grassley, presidente del Comité Judicial del Senado, dijo que no ha recibido la confirmación para la comparecencia de Trump Jr y Manafort y que si no la recibe este viernes, enviará un citatorio y dos alguaciles federales para hacerlos comparecer.

 

Reportes recientes indican un profundo desacuerdo del General HR McMaster, Asesor Nacional de Seguridad con la actitud extremadamente amistosa del presidente Trump y colaboradores hacia el gobierno ruso, en Hamburgo Alemania.

 

En tanto en un sorpresivo evento, el Departamento del Tesoro de la Administración Trump, anunció una multa de 2 millones de dólares a la empresa petrolera Exxon Mobile, por la violación de las sanciones económicas impuestas a empresas rusas, que el presidente Trump quiere levantar, entre ellas la petrolera Rosfnet, en Mayo de 2014, por negocios realizados cuando Secretario de Estado, Rex Tillerson, era Presidente de esa gigantesca Corporación.

 

Tillerson también cabildeo intensamente y busca el levantamiento de las sanciones económicas.

 

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