En 2010, Petróleos Mexicanos (Pemex) comenzó la producción de gas shale en el país, pero la explotación no ha tenido el impacto que estimó inicialmente el entonces presidente Felipe Calderón, por lo que la administración de Enrique Peña Nieto intentará impulsar la extracción de ese combustible en la reforma energética que presentará el miércoles, confiaron fuentes de la Secretaría de Energía.

 

De acuerdo con datos oficiales, México tiene reservas de gas shale valuadas en 60 mil millones de barriles, pero actualmente sólo produce 400 barriles diarios, debido a los elevados costos que requiere la extracción de ese gas.

 

En marzo pasado, el director general de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil, afirmó que actualmente la perforación de pozos de gas shale cuesta siete millones de dólares y que para que se reduzca dicho costo la paraestatal deberá perforar “miles de pozos”.

 

En tres años, Pemex ha perforado seis pozos, en cuatro de ellos se encontró gas, pero solamente dos producen: Emergente 1 y Percutor 1, ambos ubicados en Coahuila.

 

Fabio Barbosa, historiador y economista de la UNAM, argumentó que en México la perforación de pozos tarda hasta 10 meses, mientras que en Estados Unidos se requieren únicamente 12 días.

 

Además, agregó que en EU un pozo cuesta dos millones 800 mil dólares, mientras que un pozo mexicano cuesta 25 millones de dólares.

 

Señaló que en 2012, un año después de que empezó la producción de gas shale en el pozo Emergente 1 – donde la paraestatal invirtió 20 millones de dólares para obtener una producción de tres millones de pies cúbicos diarios de ese combustible-, sólo se pudo extraer un millón 370 mil pies cúbicos diarios.

 

Por otra parte, en Percutor 1, perforado a 150 km al sur de Emergente 1, la situación fue similar. La producción es 20% menos de lo previsto.

 

Panorama negro

 

“Para lograr la autosuficiencia energética en México, se requiere producir 17 mil millones de pies cúbicos de gas, cuando la producción actual es de apenas 400 mil. Durante los últimos 12 años, hemos estado importando gas y cada vez necesitamos más”, expuso por su parte Javier Estrada, director general de Planeación e Información Energéticas de la Secretaría de Energía (Sener).

 

Agregó que el reto del país es “desarrollar los recursos de gas natural, convencionales y no convencionales, e ir configurando una nueva geografía de la productividad industrial”.

 

De acuerdo con Sener, las reservas de gas shale en México se encuentran en el noreste y el este del país : Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz. Pemex lo divide en cinco regiones: Chihuahua, Sabinas-Burro-Picachos, Burgos, Tampico-Misantla y Veracruz.

 

Debido a las importantes reservas de gas shale en el subsuelo mexicano, la Administración de Información Energética de Estados Unidos estima que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial.

 

Razones de peso

 

Por esta razón, la producción y explotación de gas shale será uno de los principales temas de la reforma energética que presentará el presidente Enrique Peña Nieto la próxima semana, pues se trata de un negocio de 600 mil millones de dólares, confiaron fuentes de la Secretaría de Energía a este diario.

 

No obstante, para extraer este combustible se requiere maquinaría especializada y costosa, pues el shale  o el esquisto en español es una formación rocosa sedimentaria de grano muy fino.

 

Al fracturar la roca hidráulicamente se puede extraer un gas natural. Sin embargo, ese proceso necesita inyectar, con mucha presión, una cantidad importante de mezcla formada con 95% de agua, 5% de arena y 1% de diferentes productos químicos.

 

Esta técnica fue descubierta en 1948, pero ha podido ser desarrollada solamente durante los últimos cinco años, después de que las nuevas tecnologías permitieran que la fracturación hidráulica se volviera comercialmente rentable.

 

Gracias al uso de esta técnica en Estados Unidos, el precio del gas natural ha bajado a la cuarta parte de lo que valía en 2008.

 

Costoso, explotar gas shale en México

 

Mientras en Estados Unidos realizan la perforación de un pozo en 12 días, en México tardan 10 meses y en tanto que un pozo estadunidense cuesta 2.8 millones de dólares, uno nacional cuesta 25 millones de dólares. Por lo anterior, la explotación de energías no convencionales, como el gas shale, no es competitivo.

 

Fabio Barbosa, especialista de la UNAM, explicó que a pesar de que del que México ocupa el cuarto lugar mundial en reservas de gas shale, el país paga entre 40 y 50 millones de pesos a compañías estadunidenses por fracturación.

 

En julio pasado, la empresa Gas Natural Fenosa emitió un reporte en el que afirmaba: “La certidumbre otorgada por organismos internacionales sobre las reservas de gas shale técnicamente recuperable en el mundo y específicamente en México, respaldan las necesidades de reconfigurar el sector energético mexicano y son una oportunidad para consumidores y empresas que han apostado por el gas natural como una opción energética viable para el desarrollo del país”.

 

Expertos advierten que el gas shale no es una panacea rápidamente alcanzable, pues hacen falta tecnologías, proveedores, abastecimiento de agua, ductos, infraestructura de almacenamiento, expertos e ingenieros.