La Inversión Extranjera Directa (IED) tuvo un nuevo máximo para un primer trimestre desde que se lleva este registro, pues entre enero y marzo este monto alcanzó casi siete mil 900 millones de dólares, es decir, 4.3% más que en el mismo lapso del año anterior.

 

Por país de origen, Estados Unidos fue el mayor inversionista en México, al concentrar 29.3% del total, seguido por Israel, que desplazó a España al tercer lugar, nación que tradicionalmente ocupa el segundo lugar en este terreno.

 

Una de las inversiones más importantes que ocurrieron en los primeros tres meses del año fue la adquisición de la empresa mexicana RIMSA, por parte de la farmacéutica israelí TEVA.

 

México e Israel comparten un tratado de libre comercio que entró en vigor durante el año 2000, el cual representa un intercambio de 600 millones de dólares anuales, aunque de acuerdo con Jonathán Peled, embajador israelita en México, este intercambio es muy bajo comparado con el potencial y las características que comparten ambas economías.

 

En marzo pasado, el diplomático señaló que Israel tiene apuestas muy fuertes por el sector agrícola, el farmacéutico y el hidráulico, mientras que México centra sus inversiones en el sector minero israelita, a través de Cemex.

 

Durante el primer trimestre del año, la mayor parte de la IED provino  del sector manufacturero, que aportó cinco mil 290 millones de dólares, mientras que los servicios financieros representaron 17.6% del total.

 

En lo que va del sexenio, el país acumuló 109 mil 711 millones de dólares, es decir, un avance de 61.4% respecto a los primeros nueve trimestres del sexenio anterior, cuando la IED acumuló 67 mil 978 millones de dólares.

 

Nuevos socios

 

1 de cada 4 dólares que ingresaron al país entre enero y marzo provino de Israel; 39% de la IED reportada en ese lapso fueron inversiones nuevas.