El uso de las redes sociales e internet es “un disfraz de la democracia”, porque se confunden estas herramientas tecnológicas como rutas alternativas de deliberación en lugar de los procesos electorales, alertó el doctor en filosofía política por la Universidad de Turín, Michelangelo Bovero.

 

Este viernes Michelangelo Bovero ofreció la conferencia Los derechos débiles, democracias frágiles: sobre el espíritu de nuestra época en el Instituto Nacional electoral (INE)  donde se pronunció en contra del uso de la demagogia por parte de la clase política, quienes exponen los beneficios del internet como el terreno para “la democracia liberativa”.

 

“No se discute en millones de personas, no se discute en Internet, Internet es un disfraz de la democracia y vemos en muchas partes del mundo, estoy pensando en algunos casos de Europa, que se vuelve el terreno electivo, el caldo de cultivo de nuevas formas de demagogia”, comentó el académico.

 

Detalló que en un espacio de 60 ó 80 millones de internautas es difícil que exista una discusión racional. Por ello, el discípulo del politólogo italiano Norberto Bobbio se pronunció por continuar por la ruta de las elecciones, el espacio capaz de legitimar la voluntad política, expresó.

 

“Renunciar a las elecciones es insensato, de todas formas y en todos los grados. Claro, no se agota ahí ni la democracia ni los derechos, ni la democracia constitucional, pero quítale esto, si le quieres quitar esto tienes que decirme qué cosa quieres sustituir”, explicó.

 

En el evento participó como moderador el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, quien calificó de preocupante que pese a las instituciones electorales mexicanas y de la alta inversión económica y política que se ha hecho en el país para consolidar la democracia, sólo 2 de cada 10 mexicanos están satisfechos con este tipo de régimen.

 

“Los alarmantes resultados de recientes encuestas de opinión como Latinobarómeto nos arroja a la cara la terrible paradoja de que México es el país en toda América Latina en donde menos satisfacción hay con su democracia”, comentó Córdova.