Tras el asesinato del vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet y un oficial de la Marina, la Armada y el Ejército desplegaron un operativo especial en la zona norte de Michoacán, para capturar a los sicarios que atacaron la camioneta en la que viajaban, vestidos de civiles, el comandante de la Octava Zona Naval y un segundo maestre. Hasta el cierre de esta edición, eran tres los sospechosos detenidos.

 

En el ataque, ocurrido en los municipios de La Noria y Las Cruces, también resultaron heridas dos personas más, que fueron trasladadas en helicóptero al Distrito Federal y se reportan estables. Por cuestiones de seguridad, la identidad de las víctimas se mantiene en reserva.

 

Aunque aparentemente Salazar Ramonet estaba de vacaciones, su muerte representa la primera baja de un oficial de alto rango de las Fuerzas Armadas en el conflicto armado que se registra en Michoacán, por la presencia de Los Caballeros Templarios, principalmente, junto con otros grupos en disputa por la zona: el Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana.

 

El vicealmirante, con 25 años de servicio, fue titular de la Sección Segunda de la Marina, dedicada a tareas de inteligencia. Escaló todos los rangos navales y desde enero de 2012 era el jefe de la Octaba Zona Naval, con sede en Puerto Vallarta, Jalisco.

 

El asesinato del oficial y contramaestre se da días después de que fueran emboscados, en siete ocasiones, convoys de la Policía Federal en la zona de Tierra Caliente y la Costera. Y ayer grupos de civiles bloquearon puntos carreteras centrales del estado, que impidieron el paso a la camioneta del oficial naval.

 

A partir de la información recabada por 24 HORAS, desde el mediodía de ayer, grupos de civiles integrados por quienes asesguraron ser pobladores y taxistas, realizaron bloqueos carreteros y toma de casetas por espacio de seis horas en inmediaciones de Nueva Italia, Panindícuaro, y Ecuandureo.

 

Con pancartas, los manifestantes exigían la salida de la Policía Federal (PF) de la zona a la que responsabilizaron de abusos y detenciones ilegales. El capitán Ramírez Tenorio, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, negó que se hubiera presentado la toma de casetas.

 

Sin embargo, autoridades de la PF señalaron que la caseta de Ecuandureo, por la que no pudo pasar el Vicealmirante asesinado, fue tomada por un grupo de aproximadamente mil 500 personas, apoyadas con 300 taxis.

 

Los funcionarios consultados consideraron que esta protesta, al igual que otras registradas en la entidad en las últimas horas, podría ser promocionada por grupos del crimen organizado, aunque no ofrecieron prueba de ello.

 

Versión similar expusieron funcionarios del gobierno del estado, quienes coincidieron en que no se realizaban estos bloqueos “desde febrero pasado, y no hay gente armada, pero el hecho de que el motivo de la manifestación sea por la presencia de las Fuerzas Federales, nos da la sospecha de que pudieran estar incentivados por el crimen organizado”.

 

Sin embargo, cabe recordar que en otras entidades del país, como Chihuahua, la población se manifestó en su momento ante los abusos contra los ciudadanos por parte de militares y, principalmente de la Policía Federal, lo que obligó a su salida de la zona.

 

La emboscada

 

Fue el bloqueo en la caseta de Ecuandureo, lo que presuntamente modificó la ruta que seguía el Vicealmirante Salazar Ramonet y sus acompañantes. Sin embargo se desconoce si el vehículo fue obligado a seguir ese camino o simplemente se desvió para sortear el bloqueo.

 

En un comunicado oficial, la Secretaría de Marina (SEMAR) describió la acción, y confirmó que el vehículo naval, que solo podría haber sido identificado por su placa oficial, fue desviado de la ruta:

 

“Elementos de la Armada, al circular por  la autopista México-Morelia, fueron desviados a un camino de segundo orden aproximadamente a 1.5 kilómetros al Sur-Oeste de La Noria, Michoacán, en donde encontraron personas con armas largas, quienes abrieron fuego en contra del vehículo naval”.

 

Funcionarios del gobierno de Michoacán confirmaron que la camioneta naval se desvió de su ruta original, pero no quisieron afirmar que la desviación tuvo relación con los bloqueos y manifestaciones registradas en varios puntos del estado.

 

“Ellos (personal de la Marina) no se encuentra con esos bloqueos, pero sí se desvían por una carretera rural en donde fueron atacados por estos hombres o grupo armado, la razón de por qué se desvía está siendo investigada. Podría ser que tuviera familiares allí pero eso aún no puede determinarse”, señalaron las fuentes del gobierno consultadas.

 

Autoridades federales señalaron a este diario que ni el vicealmirante ni sus acompañantes participaban en el operativo coordinado implementado en el estado, y solo se encontraban de tránsito en el área.

 

Las imágenes del ataque, evidencian que la Suburban  de color blanco en la que viajaban las víctimas recibió varios impactos de armas de fuego cuando viajaba sobre el camino de terracería. Las víctimas están fuera de la camioneta, vestían de civil y uno de ellos aparece con una subametralladora, la cual podría ser para seguridad o podría haber sido sembrada por los atacantes.

 

El lugar del ataque está enclavado en la zona del Bajío, una zona de pocos cerros, prácticamente en planicie. Los municipios de La Piedad y Zamora son de los más cercanos.

 

Trasladan a detenidos  SEIDO

 

La noche de ayer la Procuraduría General de la República (PGR) confirmó  que el Ejército Mexicano entregó a tres personas detenidas por su probable participación en el ataque en contra del vicealmirante y sus acompañantes, como primer resultado del despliegue operativo iniciado tras el ataque en la zona y que abarcó dos municipios, el de Churintzio y La Piedad, principalmente.

 

Los sospechosos, cuyos nombres no se informaron oficialmente, fueron subidos a una aeronave y trasladados vía aérea a la Ciudad de México, para que rindieran declaración ante la Subprocuraduría especializada en Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO).