Vecinos de la delegación Tláhuac no han podido regresar a la normalidad tras el sismo del 19 de septiembre que los dejó sin agua y afectó casas y calles de las colonias Del Mar y Villa Centroamericana.

 

Habitantes de la demarcación enfrentan problemas de inseguridad, movilidad y transporte por el cierre de calles, debido al desplazamiento de suelo y para evitar el colapso de inmuebles luego del movimiento telúrico.

 

Ubicada a 28.6 kilómetros del Centro Histórico de la Ciudad de México, habitantes de la colonia Del Mar caminan de 15 a 30 minutos para salir de sus domicilios y dirigirse a vialidades como Canal de Chalco, La Turba y Tláhuac para abordar unidades del transporte público.

 

Aunque algunas unidades del transporte público empiezan a pasar por la calle Gitana, deben rodear la colonia para salir a las principales avenidas.

 

Ello toda vez que las calles que forman parte de su ruta permanecen cerradas: unas porque tienen desplazamientos de suelo de 20, 45 centímetros o más y otras debido a que varias casas agrietadas corren el riesgo de desplomarse porque se cimbran con el paso de unidades.

 

Vecinos piden que geólogos y especialistas atiendan los desplazamientos de suelo que se presentan en varias calles, para que lo antes posible se trabaje en su reparación pues sin seguridad, transporte y calles cerradas no se puede retornar a la normalidad.

 

Arturo Zavala y Martha Méndez Salvador, vecinos de la calle Sardina, señalaron que antes del temblor no se conocían entre ellos, pero los efectos y la necesidad de atención los obligó a coordinarse y exigir a los gobiernos delegacional y central mayor seguridad, pues deben caminar varias calles muy temprano o por la noche y temen a los asaltos.

 

Zavala señaló que a partir de las 22:30 horas “parece toque de queda”, nadie sale de sus casas, las calles se encuentran vacías y es importante que elementos de seguridad patrullen la zona, así como las calles por donde los vecinos caminan para dirigirse a las principales avenidas para abordar el transporte público.

 

Méndez, vecina de la calle Océano esquina con Sardina, comentó que sus hijas salen desde temprano y deben caminar varias calles para abordar el transporte público, y al igual que ellas muchas personas se ven en la misma necesidad debido a lo costoso del taxi o mototaxi.

 

Denunció que personal de la delegación Tláhuac le otorgó un número de folio tras evaluar visualmente su domicilio, que tendrá que ser demolido en una parte, sin embargo no se hacen responsables del cascajo ni de apoyarla para la reconstrucción.

 

Coincidieron al señalar que no se trata de que los gobiernos rellenen las grietas y emparejen, sino de conocer e informar qué sucede para evitar que se repita.

 

Vecinos de la Unidad Habitacional Villa La Draga, considerada la más grande y poblada de la delegación con tres mil departamentos, denunciaron que el mayor problema es la falta de suministro de agua.

 

Acusaron que la delegación Tláhuac, así como el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), se han desmarcado del problema desde el sismo del 19 de septiembre, cuando dejaron de recibir el suministro.

 

Destacaron que personal de la Sederec del Gobierno de la Ciudad de México se ha acercado para apoyarlos con el suministro de agua.

 

No obstante, señalaron que es insuficiente apoyar a todos, por lo que se han visto en la necesidad de comprar el líquido en mil 500 pesos con 10 mil litros, cuando la cisterna alimenta a 18 departamentos y se llena con 40 mil litros.

 

Agregaron que ante la difícil situación han tenido que gastar mayores recursos no sólo con la compra de pipas de agua, sino al llevar la ropa a la lavandería y comprar garrafones incluso para bañarse.

 

JMSJ