En Tancítaro, ubicado en el corazón de la tierra caliente michoacana, asesinaron a un alcalde a pedradas y todas sus autoridades renunciaron por amenazas del narcotráfico; además, fue guarida de Servando Gómez, alias La Tuta, centro de operaciones de Los Caballeros Templarios y bastión de los grupos de autodefensa. Bajo ese contexto, en las elecciones de este año esa localidad servirá como laboratorio político gracias a una inédita alianza entre fuerzas antagónicas: PRI, PAN y PRD.

 

Debido a la historia de ingobernabilidad y violencia en esa localidad, las dirigencias de los tres principales partidos nacionales (PAN, PRI y PRD) avalaron una candidatura común para blindar la próxima elección de la infiltración del crimen organizado.

 

Será la primera vez en la historia electoral del país que las tres fuerzas aparezcan en la boleta de votación abanderando a un candidato común, el izquierdista Arturo Olivera, para presidente municipal el próximo 7 de junio.

 

“PAN, PRI y PRD coincidieron que era importante ir juntos para evitar a toda costa la intromisión de la delincuencia organizada en los procesos electorales”, dijo la dirigencia nacional del PAN sobre la inédita alianza.

 

Ingobernable

 

Ubicado a 164 kilómetros de Morelia, capital de Michoacán, Tancítaro tiene 26 mil habitantes y es considerado la capital mundial del aguate debido a que produce 280 mil toneladas anuales, cuyas ganancias, estimadas en mil millones de pesos, fueron a parar por años al cártel de la Familia Michoacana y después a su escisión, Los Caballeros Templarios.

 

El cártel dirigido por Servando Gómez, hoy preso en el penal federal del Altiplano, convirtió prácticamente en un reino de terror a la localidad, según consta en las conclusiones públicas del ex comisionado para la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán, Alfredo Castillo; la principal fuente de ingresos del cártel fueron las extorsiones y secuestros.

 

Además, Tancítaro fue escenario frecuente de enfrentamientos entre rivales de bandas del crimen organizado o fuerzas policiales. Tan sólo en septiembre de 2008, siete policías municipales fueron acribillados con armas de alto poder, mientras por sus oficinas municipales despacharon alcaldes del PRI, PRD y PAN, siempre con la gobernabilidad pendiendo de un hilo.

 

En diciembre de 2009, las autoridades municipales, desde el alcalde Trinidad Meza Sánchez (abanderado del PRD-PT) hasta síndicos, regidores y secretarios abandonaron el municipio debido a la ola de violencia y la amenaza del narcotráfico.

 

Ante ello, el Congreso Local tuvo que disolver el ayuntamiento y nombrar a un Consejo Ciudadano comandado por Gustavo Sánchez Cervantes, quien sólo duró 10 meses en el cargo, pues en septiembre de 2010 fue asesinado a pedradas.

 

En 2011, Salvador Torres Mora,  de la coalición PAN-Panal, obtuvo la alcaldía; en 2013 los grupos de autodefensas lo expulsaron junto a sus colaboradores, al tiempo que mantenían una disputa armada con Los Caballeros Templarios.

 

Otras alianzas

 

El PAN también aprobó candidaturas comunes en los municipios de Jiménez con el PVEM; Tzitzio con el PRD; Sahuayo con Movimiento Ciudadano; Los Reyes con PRD,  Nueva Alianza, Encuentro Social y Partido Humanista; en Quiroga con Partido Humanista y en Huiramba con el PRD.