La Secretaría de Gobernación (Segob) informó que fueron hallados restos óseos y manchas de sangre que coincidieron con los perfiles genéticos de dos de los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca, Veracruz.

 

De acuerdo con el comunicado emitido por la Segob, los restos fueron hallados por binomios caninos de la Policía Federal entrenados en la localización de personas.

 

El hallazgo se realizó en un rancho en Tlalixcoyan, Veracruz, donde expertos en materia forente y criminalística de la División Científica de la Policía Federal analizaron las condiciones y determinaron que ahí se manipulaban drogas, alteraban vehículos y almacenaban de forma ilegal hidrocarburos, además de otros actos ilícitos.

 

Estos avances en las investigaciones en torno a la desaparición de cinco jóvenes en Tierra Blanca, fueron dados a conocer ayer por el Fiscal General de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, acompañado por el Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián; el Presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Jaime Rochín del Rincón, y el Comisionado General de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos.

 

El Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, ratificó el compromiso con los familiares de informarles cualquier avance, así como la instrucción de continuar con el proceso de búsqueda, además del acompañamiento a las familias hasta completar todo el proceso de investigación y el castigo a los responsables.

 

Temen a la autoridad

 

Los familiares de los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca por policías de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz tienen miedo a las autoridades locales.

 

A las afueras de las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), acusaron a Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), de mentir a las víctimas secundarias quienes exigen que la Procuraduría General de la República atraiga el caso para que localice a los jóvenes.

 

“No es desconfianza a las autoridades locales, es miedo porque está demostrado en actuaciones jurídicas que de ellos siete (policías…), dos aceptan que sus compañeros los entregaron al crimen organizado; desafortunadamente se manejan bajo la excusa de que no pueden declarar… por miedo, según ellos.

 

“Nos vendieron la idea de que la PGR ya había atraído la investigación del caso y que ellos se iban a encargar de las investigaciones en su totalidad y hace unos días Campa Cifrián, lo que hace, es que les hace saber a los padres que un porcentaje de la investigación se iba a ir al Gobierno estatal y un porcentaje de la investigación se iba a quedar en la PGR, lo que es totalmente inaudito, eso es falso y nos está engañando, es lo peor, está engañando a los padres con esa salida porque no pueden partir la investigación (…), es más, nunca la tuvo la PGR; hizo creer que la tuvo y después dijo que la regresaba”, subrayó Adolfo Estrada, abogado y amigo de las víctimas.  Con información de Javier Garduño