A pesar de la depuración que anunció la Secretaría de Educación Pública para evitar irregularidades en el pago de los maestros, la nómina magisterial creció 2.4 puntos porcentuales en un año, equivalente a 1.8 mil millones de pesos. Los estados que más preocupan son seis, pues en ellos la nómina se infló hasta en 62%, según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

 

De acuerdo con un análisis sobre los pagos de 2014 y el primer semestre de 2015 que 19 entidades federativas hicieron a sus maestros (las otras 12 no entregaron completa su información a la SEP), sólo seis lograron compactar su nómina y generar ahorros. Las demás aumentaron su gasto entre 0.9  y 62 puntos porcentuales.

 

Sólo Baja California, Durango, Guanajuato, Estado de México, Michoacán y Veracruz lograron ahorros. Colima, Jalisco, Nayarit y Nuevo León crecieron su nómina entre 0.9 y 5.7 puntos porcentuales; Querétaro, Sonora la crecieron 11.8% y 10.9% respectivamente; Hidalgo la creció en 15.8 puntos, Campeche en 20.9 y Oaxaca en 21.2 puntos porcentuales.

 

Fueron Veracruz (31.3), Morelos (32.2), Tabasco (48.7) y Tlaxcala (62) los que tuvieron los incrementos más grandes.

 

Por ejemplo, en Tlaxcala (donde la nómina creció 62% en un año) en el primer trimestre de 2014 la nómina costó 459 millones, el siguiente trimestre subió a 561 millones. En el primer trimestre de 2015 el costo incrementó hasta 910 millones y para el segundo trimestre del año hubo un recorte a 744 millones de pesos.

 

Sin embargo, incluso después de este recorte, el segundo trimestre de 2015 costó 280 millones de pesos más de lo que costó el mismo trimestre del año anterior. Es decir, la nómina docente del estado arrancó el año 2015 siendo casi el doble de cara que al inicio de 2014.

 

Todo ello a pesar de que en 2013 el gobierno federal anunció que gracias al Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de la Educación Básica y Especial (Cemabe) sería posible identificar a aviadores y comisionados sindicales que cobraban como maestros sin dar clases, dejar de pagarles y así compactar la nómina magisterial.

 

De acuerdo con el IMCO, el incremento se debió a que la integración de los pagos se hizo no con la información estadística que indicaba quienes eran y cuántos maestros se encontraban trabajando en las escuelas. Los montos de las nóminas se establecieron a partir de las negociaciones entre la SEP, la Secretaría de Hacienda y las entidades federativas.

 

“La base sobre la cual se determinaron las plazas a pagar no se conoce”, concluye.