WASHINGTON. La mano de obra utilizada en la construcción de lo que será uno de los más lujosos hoteles en la capital, que se sumará al imperio inmobiliario de Donald Trump, podría incluir a trabajadores indocumentados, reveló hoy la prensa local.

 

Aunque algunos de los trabajadores contratados dijeron haber ingresado al país de manera ilegal, pero ahora residen legalmente después de haber regularizado su situación, el diario The Washington Post sugirió que esa situación no podría aplicarse a la totalidad.

 

El rotativo indicó que la empresa del excéntrico candidato de las internas republicanas en Estados Unidos, a cargo de este proyecto de 200 millones de dólares, “podría estar descansando en algunos trabajadores indocumentados”, a partir del pasado de varios que accedieron a hablar con el diario.

 

La revelación ocurre en medio de la controversia política generada por los comentarios derogatorios del magnate del sector inmobiliario sobre los inmigrantes mexicanos, a quienes acusó de ser violadores, lo que generó una ola de indignación entre inmigrantes de otras nacionalidades.

 

¿Ustedes creen que cuando estamos trabajando pendiendo desde el octavo piso, estamos violando o vendiendo drogas?“, cuestionó Ramón Alvarez, de 48 años de edad y originario de El Salvador, quien dijo además que en algunas instancias tienen que manejar sustancias tóxicas.

 

Iván Arellano, de 29 años de edad, originario de México y quien trabaja en la construcción como albañil, calificó de irónicos los comentarios de Trump al indicar que la mayoría de los trabajadores son hispanos “y muchos vinieron de manera ilegal”.

 

Todos estamos aquí trabajando muy duro para construir una mejor vida para nuestras familias”, dijo Arellano al diario, uno de los 15 trabajadores entrevistados por el diario, el cual indicó que muchos de estos cruzaron la frontera de manera ilegal.

 

En un comunicado, Hope Hicks, vocera de la organización Trump se deslindó a toda responsabilidad al respecto al indicar que “nuestros contratistas son requeridos de pedir los documentos para establecer los elegibilidad de potenciales trabajadores en cumplimiento de las leyes de migración”.

 

El hotel se ubicará en lo que por muchos años fue el antiguo edificio de la oficina de correos, cuya arquitectura única atraía miles de turistas cada año, y que se mantuvo operando debajo de su capacidad.

 

De manera separada, residentes de la capital han iniciado una movilización pidiendo al chef español José Andrés que desestimé de sus planes para abrir un restaurante en el nuevo hotel, como repudio de los comentarios de Trump.

 

El chef, quien es propietario de varios restaurantes a través de Estados Unidos y se convirtió en residente legal en 2013, es toda una celebridad local y ha sido honrado por universidades como la de George Washington por su trabajo altruista.  DM