El 17 de octubre de 2016 nos enteramos que un juez federal había girado nueve órdenes de aprehensión, una de ellas en contra del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte y el resto contra quienes la PGR consideró sus cómplices.
De acuerdo a la averiguación previa entregada al juez, entre los cómplices había amigos, socios, prestanombres y una mujer de bajos recursos a la que le embargaron un departamento por una deuda con un banco. El común denominador entre ellos era que todos habían ayudado a Javier Duarte en la creación de empresas fantasma y en el desvío de recursos.

 
Lo curioso es que de octubre a principios de febrero, las cosas cambiaron; la PGR continuó con sus investigaciones y uno de los presuntos cómplices de Duarte decidió negociar, narrar, entregar pruebas y con ello obtener una especie de inmunidad con la cual se canceló su orden de aprehensión y, por lo tanto, su búsqueda.

 
Para entender la importancia del personaje al cual la PGR le ofreció un trato y aplicarle la llamada figura de prueba anticipada en el Nuevo Sistema de Justicia Penal, habrá que recordar el contexto de la averiguación.

 
Dentro de los cómplices se encuentra, encabezando la lista de imputados, Moisés Mansur Cysneiros, el hombre de negocios veracruzano encargado de crear las famosas empresas fantasma y que colocó en su testamento como beneficiario al mismo Javier Duarte, además de declarar que pagaba las tarjetas de crédito de Karime Macías, esposa del ex mandatario.

 
Bajo las órdenes de Mansur actuaban dos personajes clave que investigó la PGR y por los cuales obtuvo orden de aprehensión; se trata de José Juan Janeiro Rodríguez y Rafael Gerardo Rosas Bocardo. Ambos fueron los encargados de invertir los recursos obtenidos de las empresas fantasma creadas por Duarte y Mansur.

 
Entre noviembre y diciembre pasados, conocimos que la PGR cateó diversos domicilios en la Ciudad de México por el caso Duarte. Lo que buscaba en realidad era localizar a José Juan Janeiro Rodríguez, presunto operador financiero y abogado de Javier Duarte.

 
Tras semanas de búsqueda, Janeiro Rodríguez fue localizado en España por la PGR, pero fue él quien buscó a las autoridades mexicanas para negociar. Luego de varios días de declaraciones, narró la estrategia financiera y operativa de Duarte y Mansur. Y en cerca de 150 cartillas relató con detalle todas las operaciones, movimientos, empresas creadas y cómplices que ayudaron a Javier Duarte. Quizás lo más valioso que describió es el lugar en el que se encuentra gran parte de los recursos, así como las empresas lícitas en las cuales se invirtió.

 
Después de entregar su testimonio, la PGR se retractó de la orden de aprehensión solicitada en contra de Janeiro y no tuvo que usar la figura de testigo protegido; prefirió usar la llamada prueba anticipada que ahora permite el Nuevo Sistema de Justicia en México.

 
José Juan Janeiro Rodríguez era un abogado fiscalista que tenía su despacho en Polanco, pero que durante el gobierno de Duarte tomaba decisiones incluso en diversas secretarías estatales sin llegar a ser funcionario. Este hombre era considerado clave en las pesquisas, pues se le consideraba el responsable de mover todos los recursos presuntamente ilícitos de Duarte.

 
En otros procesos

 
El 2 de febrero pasado le dije en este mismo espacio que Veracruz estaba en el ojo del huracán y le conté que de acuerdo al reporte del Gobierno federal, en Veracruz, “la pugna por el control de la plaza entre las organizaciones delictivas de los Zetas, Cártel del Noreste Z, Cártel Jalisco Nueva Generación-Pueblos Unidos Mata Zetas, Cárteles Unidos y Jarochos Unidos han generado el incremento de homicidios dolosos.

(@osdtagle)