La Arquidiócesis de México consideró como “alarmante” la situación de México, debido a que la “impunidad y corrupción caminan de la mano en cárceles del país”.

 

A través del editorial “Descomposición del sistema penitenciario”, publicado en el semanario religioso Desde la Fe, la Arquidiócesis lamentó los hechos ocurridos al interior de algunos centros de readaptación social, “donde los motines han tenido trágicos desenlaces”.

 

En la publicación retomó el motín que tuvo a lugar en el centro de reinserción social Las Cruces, en Acapulco, el cual dejó un saldo de 28 muertos, según cifras oficiales y afirmó que la sociedad no daba crédito a lo que ocurría cuando las redes sociales divulgaron las “tremendas imágenes de cadáveres decapitados”.

 

El editorial rescató datos del informe del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de 2016, en el que se da cuenta de las deficiencias que observó durante su visita a centros de readaptación del ámbito estatal y federal.

 

La Arquidiócesis encabezada por el cardenal Norberto Rivera, subrayó que “ante tanta violación a la ley, no sorprende que entre el 2001 y 2015 se obtuvieron ganancias de mil 350 millones de pesos, productos de extorsiones desde las cárceles, según la organización México SOS”.

 

Argumentó que estas irregularidades no son casualidad, que existen responsables “que, al final, son el eslabón que cierra está cadena siniestra de corrupción. Reos y procesados son peones de esos patrones del crimen, y ahí están directores y funcionarios de alto nivel, quienes encumbren el estado de descomposición que los enriquece. Echar la vista hacia otro lado, sería iluso e irresponsable”.

 

“Las cárceles deberían ser escuelas de humanidad y no de criminalidad. El papa Francisco ha tenido esta línea constante en su pontificado para rescatar la dignidad de todos los presos del mundo y señala que las cárceles  deben ser el signo para que nuestros errores se conviertan en sincero arrepentimiento, así como fuente de enseñanza para no volver a equivocarnos y vivir la certeza de nuestra vida futura en dignidad y libres del delito”, concluyó el editorial.

 

aarl