En los ocho años de existencia de la Fiscalía para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión, de las 800 averiguaciones previas relacionadas con ataques a periodistas, sólo tres han terminado en sentencia, lo que implica 99.7% de impunidad, según el informe Libertades en resistencia, elaborado por la organización de la sociedad civil Artículo 19.

 

 
La prensa no ha dejado de ser un efecto colateral de la violencia para el Gobierno mexicano. Su inacción ha permitido que la impunidad prevalezca en 99.7% de los casos. El mensaje es claro: sin verdad ni justicia la prensa es blanco fácil de sus agresores”, indica el avance del informe que será presentado formalmente el 6 de abril próximo.

 

 
Ana Cristina Ruelas, directora regional de Artículo 19, dijo que la situación actual del ejercicio periodístico en México es preocupante, al grado de que en 20 días se registraron tres asesinatos de periodistas.

 
“Estos asesinatos a periodistas en 20 días pueden convertirse en un punto sin retorno, de seguir esta impunidad”, comentó en rueda de prensa.

 

 
Ruelas añadió que las autoridades tienen más responsabilidad que la investigación del caso, pues hay documentación que 53% de las agresiones contra la prensa fueron cometidas por funcionarios públicos de distintos órdenes de gobierno, lo cual explicaría porque el nivel de impunidad es tan alto.

 

 
De acuerdo a Artículo 19, las agresiones contra periodistas van en aumento, pues el año pasado registraron 426 casos, mientras que en 2015 fueron 397. Hay que destacar que no todos fueron denunciados ante las autoridades ya sea por desconfianza o porque no les aceptaron la denuncia.

 

 

Atentan contra periodista; matan a escolta

 

 

El periodista Julio Omar Gómez fue víctima ayer por la madrugada en Cabo San Lucas, Baja California, de un atentado por parte de un grupo de hombres armados, aunque él y su familia resultaron ilesos, en el ataque su escolta murió.

 
Según los primeros informes, el comando armado rafagueó el inmueble, provocando la muerte de un agente de seguridad proporcionado por la Federación luego de que el comunicador se sometiera al Programa de Protección a Periodistas.

 
Este fue el tercer atentado que sufre Gómez, ya que su casa había sido incendiada en diciembre y febrero pasados.