La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) volvió a criticar el actuar de los políticos durante este proceso electoral, al considerar que muchos candidatos utilizan a los electores como un medio para satisfacer su voracidad desmedida.

 

En la editorial del seminario Desde la fe, la CEM dice que pese a la reforma electoral que buscaba dar más transparencia al proceso, los contendientes encontraron resquicios en la ley para seguir violando los principios de equidad y transparencia con fines personales.

 

“Llegamos a la jornada de junio entre la vergonzosa realidad del nepotismo, parejas imperiales, familias que viven como magnates a costa de los cargos de representación popular y por el cobijo de partidos solapado des de mafias”, dice la editorial.

 

Casos como el del matrimonio Abarca en Iguala, añade la CEM, son muestra de personajes malévolos que llegan al poder y que silencian a sus opositores, mientras que sus gobernados sufren de pobreza y falta de oportunidades.

 

“Desafortunadamente, la política mexicana es un jugoso negocio, cortesía del voto y de partidos complacidos por el nepotismo de familias que hacen del oficio político el negocio más redituable para sus mezquinos propósitos, lucrando  on el bien y diezmando la vida de millones de mexicanos”, finaliza el texto.