La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) criticó el actuar cínico de los partidos políticos en este inicio de campañas electorales por las constantes violaciones a la legislación electoral y uso de los recursos públicos en favor de los candidatos oficiales.

 

En la editorial del semanario “Desde la fe”, la CEM indica que es una burla el actuar de los partidos durante las precampañas y lo que llevamos de campañas, más cuando fueron los mismos partidos los que pusieron las reglas del juego.

 

“Una de las prohibiciones es que los servidores en activo no muestren preferencias políticas y prohibir la inversión de recursos públicos en beneficio de candidatos y partidos. No es posible tomar ventajas al usar al gobierno para afianzar el poder; sin embargo, desde las precampañas y en el inicio del periodo de campañas, los electores son testigos de la deshonestidad, prepotencia, desacato y cinismo de contendientes contrariando la reforma electoral”, dice la editorial.

 

Casos como el del Partido Verde que pese a ser multado por el Instituto Nacional Electoral (INE) seguía dando monederos electrónicos, lentes graduados, promocionando los vales de medicinas, y repartiendo propaganda en el papel para las tortillas, son muestra de la inequidad electoral, añade el texto.

 

Pero también el reparto de despensas por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la capital del país o el uso de helicópteros para trasladarse al inicio de campaña en Michoacán son ejemplo de cómo se usan recursos públicos con fines electorales.

 

“México padece el mal desafortunado donde servidores públicos pueden moverse en la impunidad más absoluta porque creen estar por encima de la ley. No obstante, la ciudadanía reclama el mínimo de coherencia por ser ésta una nación muy lastimada por los partidos y exige de ellos transparencia y sinceridad en sus aspiraciones”, señala la editorial de Desde la fe.

 

Por eso solicita a las autoridades electorales hacer cumplir la ley sin distinción y evitar los abusos de los partidos políticos que no son propios de una democracia.

 

“Los ciudadanos esperan elecciones impecables, ejemplares e incuestionables y, en gran medida, depende de partidos políticos y candidatos responsables en el juego electoral”, finaliza el texto.