Como un escándalo calificó la Arquidiócesis Primada de México los resultados de la pobreza en México que dio a conocer hace unos días el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), donde reporta que en el país hay 55.3 millones de pobres, equivalente a 46.2% de la población.

 

En el editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis señaló que en un país con la riqueza como México es inaceptable que existan tantas personas que no tengan para cubrir sus necesidades básicas como alimentación, educación o salud.

 

“Como una exigencia del sentido común, debemos decir que ya es tiempo de revisar a fondo lo que está sucediendo. En un país con una gran cantidad de recursos, es un escándalo y una vergüenza tanta desigualdad social”, dice el texto.

 

La iglesia católica recordó que el Coneval da cuenta de que no sólo la pobreza entre los mexicanos persiste, sino que entre 2012 y 2014 aumentó al mandar a dos millones de personas a estas condiciones.

 

Existen casos dramáticos como el de Chiapas u Oaxaca, añadió la Arquidiócesis, donde pese a que las autoridades presumen de grandes inversiones, la realidad es que en los hechos sigue siendo la entidad con más pobreza.

 

Los resultados negativos sólo pueden explicarse, dijo de la iglesia, de la corrupción de programas sociales, que lo único que buscan es favorecer intereses partidistas y pasar por encima de la dignidad de los más pobres.

 

A eso hay que sumarle intervenciones como la de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, donde su activismo político es en perjuicio de la educación de niños y jóvenes, pues los altos mandos están más preocupados por su imagen que en los resultados de los alumnos.

 

Por ello, la Arquidiócesis llamó a las autoridades encargadas de combatir la pobreza a dejar el cinismo con el que han actuado.

 

“¿Cuántos años más y cuántos pobres más se necesitan para que el gobierno y la sociedad reaccionen antes de que el populismo haga de las suyas o la desesperanza se transforme en violencia?”, cuestionó la iglesia.