La vida en el espacio exterior traería consigo un cambio radical en la fisiología humana, lo que según el doctor Ramiro Iglesias Leal, académico de Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) podría significar el siguiente paso evolutivo de la especie, una hipótesis que desarrolla en su libro La ruta hacia el hombre cósmico, la cual es reconocida por la UNESCO y la Academia Internacional de Astronáutica.

 

A lo largo de sus 53 años de investigaciones en medicina aeroespacial, Iglesias Leal ha identificado cómo cambia la fisiología de los astronautas que pasan meses en misiones en el espacio exterior, donde prácticamente no hay gravedad.

 

Por ejemplo, hay casos documentados de astronautas que regresan a la Tierra  hasta tres centímetros más altos (aunque a las 24 horas de estar en la gravedad terrestre regresan a su estatura normal) o que cuando están en la estación espacial su cara se hincha.

 

Ante esta evidencia, el académico del IPN sostiene la hipótesis de que cuando la raza humana viva en estaciones espaciales sufrirá cambios tanto en la estatura como en su sistema cardiovascular, lo cual dará como resultado una nueva etapa de la evolución.

 

“Yo estimo que esos cambios, la mayor estatura, la cara hinchada, las piernas delgadas, y muchos otros cambios físicos e incluso mentales justifican la denominación de un nuevo eslabón de la raza humana, que es el que estoy proponiendo”, dijo Iglesias Leal en una entrevista con 24 HORAS.

 

Estas líneas de investigación ya fueron reconocidas por la Academia Internacional de Astronáutica en 2002, con el premio a mejor obra de Ciencias de la Vida en el Espacio a su libro La ruta hacia el hombre cósmico.

 

De dicho libro surgió el artículo El corazón en el ámbito espacial, el cual la UNESCO acaba de seleccionar para que forme parte de su Enciclopedia La Ciencia del Espacio, en el apartado de vida en el espacio exterior.

 

En su trabajo, el investigador del CDA aseveró que, en un ambiente prolongado sin gravedad, la estatura del hombre superaría los tres metros de altura e incluso podría llegar a los cinco metros, esto en parte porque las piernas se alargarían.

 

Los cambios radicales del ambiente también alterarían las patologías que sufrirán las personas. Por ejemplo, se reducirían los padecimientos como hipertensión y en general del sistema cardiovascular, porque habría una mayor circulación sanguínea sin gravedad, pero se elevarían los casos de cáncer de piel por la mayor exposición a los rayos solares.

 

“En el espacio exterior, la esperanza de vida podría aumentar. Estamos hablando que en el espacio la gente podría vivir hasta 200 años. Claro, siempre y cuando tenga una buena alimentación y un hábitat higiénico”, añadió.

 

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Infografía: Xavier Rodríguez

 

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Mexicano visualiza cómo será la evolución del hombre cósmico

 

La vida en el espacio exterior traería consigo un cambio radical en la fisiología humana, un punto que según el doctor Ramiro Iglesia Leal, académico de Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) podría significar el siguiente paso evolutivo de la raza, una hipótesis que desarrolla en su libro “La ruta hacia el hombre cósmico”, y la cual es reconocida por la UNESCO y la Academia Internacional de Astronáutica.

 

A lo largo de sus 53 años de investigaciones en medicina aeroespacial, Iglesias Leal ha identificado cómo cambia la fisiología de los astronautas que pasan meses en misiones en el espacio exterior, donde prácticamente no hay gravedad.
Por ejemplo, hay casos documentados de astronautas que regresan a la Tierra  hasta 3 centímetros más altos (aunque a las 24 horas de estar en la gravedad terrestre vuelven a su estatura normal), o cuando están en la estación espacial su cara se hincha.

 

Ante esta evidencia, el académico del IPN sostiene la hipótesis de que cuando la raza humana viva en estaciones espaciales sufrirá cambios tanto en la estatura como en su sistema cardiovascular, lo cual dará como resultado una nueva etapa de la evolución.

 

“Yo estimo que esos cambios, la mayor estatura, la cara hinchada, las piernas delgadas, y muchos otros cambios físicos e incluso mentales, justifican la denominación de un nuevo eslabón de la raza humana, que es el que estoy proponiendo”, dijo Iglesias Leal en entrevista con 24 HORAS.

 

Estas líneas de investigación ya fueron reconocidas por la Academia Internacional de Astronáutica en 2002 con el premio a mejor obra de Ciencias de la Vida en el Espacio a su libro “La ruta hacia el hombre cósmico”.

 

De dicho libro surgió el artículo “El corazón en el ámbito espacial”, la UNESCO acaba de seleccionar para que forme parte de su Enciclopedia “La Ciencia del Espacio” en el apartado de vida en el espacio exterior.

 

En su trabajo, el investigador del CDA aseveró que en un ambiente prolongado sin gravedad la estatura del hombre superaría los 3 metros de altura, e incluso podría llegar a los 5 metros, esto en parte porque las piernas se alargarían.

 

Los cambios radicales del ambiente también alterarían las patologías que sufrirán las personas. Por ejemplo, se reducirían los padecimientos como hipertensión y en general del sistema cardiovascular porque habría una mayor circulación sanguínea sin gravedad, pero se elevarían los casos de cáncer de piel por la mayor exposición a los rayos solares.

 

“En el espacio exterior, la esperanza de vida podría aumentar. Estamos hablando que en el espacio la agente podría vivir hasta 200 años, claro, siempre y cuando tenga una buena alimentación y un hábitat higiénico”, añadió.