PANAMÁ. Las obras de ampliación del Canal de Panamá amanecieron hoy “totalmente paralizadas” debido a la huelga nacional indefinida decretada por el principal sindicato de la construcción del país, que reclama un alza salarial de al menos un 20 por ciento anual.

 

La ampliación “está paralizada en su totalidad, la industria de la construcción está parada porque somos un sindicato serio”, puntualizó Héctor Hurtado, secretario de organización del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs).

 

Por su parte, fuentes de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) confirmaron este miércoles a la agencia de noticias Efe que los obreros han llegado a sus puestos de trabajo pero “están inactivos“.

 

 

La huelga obrera ocurre cuando la construcción de las nuevas esclusas comenzaba a retomar su ritmo tras el conflicto contractual que paralizó el proyecto durante dos semanas, en febrero pasado.

 

La crisis, derivada de un reclamo del Grupo Unidos por el Canal (GUPC) de más de mil 600 millones de dólares por “sobrecostos”, obligó al consorcio y a la ACP a entablar duras negociaciones que culminaron en marzo anterior con un acuerdo para inyectar al menos 200 millones de dólares a las obras.

 

Los trabajos en las esclusas avanzaban el lunes pasado a un 75  por ciento en comparación con el ritmo registrado antes de la crisis contractual, según dijo el administrador de la ACP, Jorge Quijano, en un recorrido por el proyecto junto al presidente panameño, Ricardo Martinelli.

 

El jefe del estado afirmó el lunes pasado que el avance de las obras permitiría que el Canal ampliado estuviera “funcionando y trabajando a capacidad en el 2016”.

 

Esa fecha está dentro del cronograma previsto por la ACP tras el conflicto contractual, que establece que la construcción de las esclusas culminará en diciembre 2015 con el mismo costo pactado en el contrato firmado con el GUPC en 2009, de dos mil 118 millones de dólares, ya que la nueva inyección de capital es producto de adelantos y préstamos responsabilidad del consorcio.

 

Hurtado, que además es el responsable sindical del Suntracs en el proyecto de ampliación en la zona de Cocolí, en el Pacífico, no precisó este miércoles a cuántos obreros asignados a esas obras están en huelga, aunque resaltó que según datos del GUPC la nómina global alcanza los tres mil trabajadores.

 

Al ser preguntado si la medida de brazos caídos se repetía en la vertiente del Atlántico, el dirigente sindical respondió: “sí exactamente”.

 

“Todo el proyecto está paralizado, los empresarios nos han obligado a nosotros” a tomar la medida, porque su “propuesta salarial no es satisfactoria para los trabajadores”, añadió Hurtado.

 

El Suntracs, que tiene alrededor de 70.000 afiliados y es el sindicato más poderoso del país, plantea un aumento salarial de al menos un 20 % anual por los próximos cuatro años, el período de la nueva convenio colectivo que negocia con la Cámara Panameña de la Construcción (Capac) desde inicios de este año.

 

La patronal por su parte propone un 22 por ciento de aumento en cuatro años, pagaderos de forma escalonada.

 

El consorcio GUPC, liderado por la española Sacyr, encargado del principal proyecto de la ampliación: la construcción del tercer juego de esclusas que permitirán el paso de buques con hasta 12.600 contenedores, casi el triple de lo actual.