Los automovilistas que utilizan  gasolina robada  por los chupaductos reducen la vida del motor hasta un 50% y para remplazarlo el precio oscila desde 25 mil a 200 mil pesos dependiendo el modelo, manifestó  Enrique Samperio González, presidente de la Asociación Nacional de Comerciantes en Automóviles y Camiones Nuevos y Usados (Anaca) el cual agremia a 500 socios.
“El uso del huachicol (combustible ilícito) perjudica el motor porque no traen el mismo octanaje del combustible que debe de llevar, y esto le reduce la vida de un 40 a 50%, y se debe cambiar el motor”, manifestó Samperio en entrevista con 24 HORAS.
Subrayó que las plantas armadoras especifican la gasolina que debe usar el automóvil .
El titular de la Anca explicó que el motor, al recibir otro tipo de combustible como el huachicol, puede dañar el sistema de inyección,  “un motor que trabaja normalmente cuatro años con el otro tipo de combustible se reduce a dos años y medio”.

 
Mecánicos que trabajan en los municipios Tepeaca comentaron que antes brindaban dos servicios por problemas en la bomba o en el motor por el uso de este combustible,  pero ahora realizan entre 8 y 10 reparaciones.
Don Salvador comentó que los problemas empiezan  cuando desmontan los tanques de gasolina y las bombas tienen  una sustancia gelatinosa.

 
“Haga de cuenta que es un resina que crea una capa en los filtros de la bomba”, expresó.
Don Enrique, quien también ejerce el oficio, dijo que a la larga el motor se pica, “se pueden flamear la válvulas más rápido. El precio de la bomba es muy variable va de 400 a 5 mil pesos ya con mano de obra”.

 
La semana pasada 24 HORAS dio a conocer que la banda criminal de Antonio Martínez el Toñín que opera en el triángulo rojo (Acatzingo, Acajete, Tepeaca, Quecholac, Palmar de Bravo y Tecamachalco) renta las tomas a los delincuentes locales y si perforan (un ducto) tiene un precio de alrededor de 50 mil pesos.

 

Infografía: Xavier Rodríguez

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Catean rancho del Toñín

 

 

La Fiscalía de Puebla, en coordinación con el Ejército Mexicano y la Policía Estatal, aseguraron un rancho propiedad de Antonio Martínez, el Toñín, presunto responsable de una organización dedicada al robo de hidrocarburos y de los hechos de violencia en Palmarito.

 

 

Elementos de las tres dependencias acudieron al rancho Santa Cecilia ubicado a pie de carretera que comunica Puebla con Jalapa.
Durante el operativo para asegurar la propiedad no hubo detenidos.