“Las instituciones financieras son el principal canal a través del cual los capitales son blanqueados y transferidos al extranjero. El reciente caso de HSBC en México es sólo la punta del iceberg”, dijo Dev Car, economista en jefe de Global Financial Integrity (GFI), en entrevista con 24 HORAS.

 

El ex economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) habló con este diario acerca de cómo en los últimos 40 años los flujos financieros ilícitos han afectado el desarrollo de la economía mexicana y de qué manera las instituciones bancarias están involucradas.

 

“Los flujos financieros son el producto de sobornos, colusiones. La corrupción en todas sus formas, la evasión fiscal, remesas no declaradas, así como la falsificación de la facturación deliberada de las exportaciones de México y las importaciones de todo el mundo”, explicó Dev Car.

 

De acuerdo con el reporte “US Vulnerabilities to Money Laundering, Drugs and Terrorist Financing: HSBC Case History”, el Senado de Estados Unidos acusa a HSBC de lavar miles de millones de dólares del narcotráfico entre México y Estados Unidos.

 

En el reporte del Senado se explica cómo en el periodo de 2002-2009 ya existía una preocupación tanto de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), como del banco en Estados Unidos por fallas en identificación y envío de reportes sobre operaciones inusuales y relevantes, entre muchas cosas más.

 

Al preguntarle al economista si México contaba con una regulación adecuada al respecto, contestó que no sólo dependía de un marco normativo específico:

 

“No es simplemente una cuestión de regulación inadecuada. La cuestión es su cumplimiento y que sea justa y oportuna en casos de corrupción”, dijo.

 

En su investigación “México, flujos ilícitos, desequilibrios macroeconómicos y economía sumergida 2012”, Dev Car detalla que aunque los paraísos fiscales han atraído la atención de los medios de comunicación por su falta de trasparencia,  también existen grandes lagunas de información en lo que respecta a los bancos.

 

“Ambos (paraísos fiscales y bancos), necesitan incrementar la transparencia de sus operaciones de forma significativa. La información regular y detallada sobre los depósitos por sector, los plazos de vencimiento y el país de residencia del titular del depósito”.

 

De acuerdo con datos de GFI, en el periodo comprendido entre 2002 y 2006, los bancos internacionales han desempeñado un papel crucial al facilitar la absorción de flujos financieros ilícitos.

 

“Los flujos ilícitos han tenido un impacto negativo significativo en México desde la década de 1980, el Banco Mundial en su informe World Development Report (1985), señaló que tal vez ningún país del mundo había sufrido una fuga de capitales tan grande como México (antes de que China ingresara al FMI y que se convirtiera en el mayor exportador de capital ilícito)”, explicó el entrevistado.

 

Dev Car detalló a 24 HORAS que las ventajas de la evasión de impuestos son percibidos solamente por los denominados “grandes patrimonios particulares”, lo que hace que las desigualdades aumenten y a su vez, se provoquen salidas más grandes de capital.

 

“Sí, los flujos ilícitos salen principalmente de los “grandes patrimonios particulares” (HNWI, por sus siglas en inglés), y de los corporativos que componen al sector privado”.

 

“Por supuesto, también tenemos los actores más pequeños como el retorno de trabajadores inmigrantes que llevan dólares en efectivo a través de la frontera con México y convierten sus remesas no registradas a pesos mexicanos, utilizando el mercado negro local en dólares estadunidenses. Pero la mayor parte de estas transacciones se lleva a cabo por los ricos que viven en México (trabajen en sectores públicos o privados), empresas nacionales y multinacionales”, abundó el economista.

 

El domingo pasado, en The Observer, James Henry de Tax Justice Network reportó que México ha enviado a paraísos fiscales más de 417 mil millones de dólares entre 1970 y 2010.

 

Entre las principales condiciones que el ex economista en jefe del FMI menciona como causas de la fuga de capitales y generación y salida de flujos ilícitos del país, se encuentran:

 

“Las deficiencias en el sistema de gobernabilidad del país, reflejadas en el crecimiento de la economía informal. Las deficiencias en la administración de aduanas en el contexto de políticas de gobierno global débiles. Inestabilidad macroeconómica (crisis globales) y las remesas no declaradas, que impulsan un mercado paralelo de divisas, sobre todo en la relación del peso frente al dólar”, dijo.

 

Dev Car recordó que los modelos económicos no pueden proporcionar ni el desglose, ni el origen de los flujos ilícitos en el país.

 

“No hay forma de vincular la generación de flujos ilícitos con la delincuencia organizada”, reitera. “Se toman en cuenta las historias ocasionales del tema de los periódicos, o lo que se conoce como la evidencia anecdótica. Sin embargo, no existen modelos económicos que puedan hacer esta conexión. Se debe de tener en cuenta que los funcionarios gubernamentales corruptos incluso se llegan a considerar particulares, en medio de estos problemas, ya que actúan a título personal y no representan al gobierno de México”.