PARÍS. El presidente de Francia, François Hollande quiere que se cancele el servicio de autos de Uber y se incauten sus vehículos, pero Uber se negó a acatar antes de que la corte suprema emita su fallo.

 

Hollande dijo que “se debe disolver y declarar ilegal el grupo UberPop e incautar los vehículos”, pero aclaró que el ejecutivo no puede hacerlo sin decisión judicial.

 

En una cumbre de la UE en Bruselas, Hollande acusó a Uber de no respetar “las normas sociales y fiscales”. Las autoridades francesas dicen que Uber debe pagar los mismos impuestos y cargas sociales que los taxis tradicionales.

 

Uber sostiene que el sistema de taxis francés es anticuado y requiere de reformas acordes con los apps y la geolocalización, y que los taxis tradicionales no admiten la competencia.

 

La compañía enfrenta demandas legales y críticas de asociaciones de taxistas en todo el mundo.

 

Los furiosos taxistas argumentan que el servicio de bajo coste UberPop les está robando el sustento. Conductores de Uber fueron víctimas de emboscadas en repetidas ocasiones, algunas veces incluso con clientes a bordo.

 

El enfrentamiento, y una huelga de taxis alterada por la violencia que provocó trastornos en París, refleja la tensión provocada en Francia por la manera de regular la tecnología en rápida evolución y conservar la competitividad global sin anular los derechos laborales.

 

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo a la radio RTL el viernes que Uber enfrenta varias investigaciones. En la víspera, taxistas en huelga atacaron autos de Uber y prendieron fuego a neumáticos en una importante arteria que circunda la capital.

 

Aunque algunos taxistas seguían en huelga el viernes, el transporte en París y sus alrededores no sufría trastornos graves y no se informó de actos de violencia.

 

Francia prohibió el servicio más económico de Uber, llamado UberPop, pero directivos de la empresa dijeron que no suspenderán sus actividades antes de que la corte superior emita su fallo.

 

 

 

 

 

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