WASHINGTON.  La precandidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton pidió hoy disculpas por la controversia suscitada por haber usado un servidor privado para los correos electrónicos que enviaba mientras ocupaba el cargo de secretaria de Estado, un caso que le ha perjudicado en su campaña.

 

En una entrevista concedida a la cadena NBC, la tercera para un canal de televisión nacional desde que anunciara su candidatura el pasado abril, Clinton lamentó la polémica que se ha levantado en torno al asunto, pero aseguró que todas las dudas al respecto tienen una repuesta.

 

“Al final, siento que esto ha sido confuso para la gente y se han planteado muchas preguntas, pero hay respuestas a todas esas preguntas”, dijo Clinton al ser preguntada por la cuestión.

 

“Asumo la responsabilidad y no era la mejor opción”, agregó la exsecretaria de Estado preguntada por el uso de una cuenta personal para tratar asuntos de interés nacional cuando estaba en el Gobierno.

 

La también ex primera dama explicó que mientras fue senadora por Nueva York cogió la costumbre de derivar todo su trabajo a través de la cuenta personal de mensajes, por lo que al entrar en el Departamento de Estado “no pensó demasiado en ello”.

 

“Había mucho trabajo que hacer. Tuvimos muchos problemas en todo el mundo. Realmente no me detuve a pensar en el tipo de sistema de correo electrónico”, agregó.

 

Asimismo, la favorita entre los demócratas para reemplazar a Barack Obama al frente del país, que ha perdido puntos en las encuestas debido a este caso, aseguró que todo el mundo era conocedor de que estaba usando dicho correo electrónico.

 

“La gente sabía que estaba usando un correo electrónico personal, lo hice por conveniencia. Envié correos electrónicos a gente que yo pensaba que tenían cuentas relacionadas con el gobierno”, añadió la aspirante.

 

Tras la entrevista, el portavoz del Comité Nacional Republicano (RNC, por su sigla en inglés), Michael Short, consideró que lo que Clinton lamenta es que “la hayan cazado y estar pagando un precio político, no el hecho de que su servidor de correo electrónico secreto haya puesto la seguridad nacional en peligro”.

 

“Las repetidas distorsiones de Hillary Clinton sobre su creciente escándalo de correo electrónico, que ahora implica una investigación del FBI, y su negativa a disculparse, sólo refuerzan la razón por la que tres quintas partes del país no confía en ella”, agregó Short.

 

Esta misma semana el Departamento de Estado hizo públicas otras 7,000 páginas de esos correos electrónicos, entre los que había 125 con información confidencial, a petición del Partido Republicano y de la propia Clinton, quien pretende así despejar dudas sobre cualquier uso indebido del mismo.