LOS ANGELES. Un hermano del sacerdote Gregorio López, mejor conocido como “Padre Goyo”, quien fue víctima de secuestro por el cártel de Los Caballeros Templarios, pidió asilo humanitario ante autoridades federales de Estados Unidos.

 

El hombre que por seguridad se hizo llamar Luis Jerónimo explicó a la agencia española EFE que una célula de templarios le raptaron con el objetivo de enviar un “mensaje” a su hermano, para que detenda sus denuncias sobre el movimiento del crimen en Michoacán.

 

El mexicano, de 39 años, pidió además a las autoridades de EU que sean más compasivos con otros compatriotas amenazados de muerte que se entregan a la Patrulla Fronteriza estadounidense en busca de refugio.

 

Tras varios días en cautiverio, Jerónimo fue liberado y entonces decidió salir de México y se presentó ante autoridades de inmigración en el puesto fronterizo de San Ysidro, California, para pedir asilo.

 

Sin embargo, fue enviado a un centro de detención, dónde permaneció casi un año sin que se le otorgara una fianza y expuesto a una deportación inmediata.

 

“Es inhumano lo que hicieron con este inmigrante. Es un claro ejemplo de lo que pasa cuando no se conoce bien la ley que otorga un asilo; él era un candidato perfecto para que lo dejaran en libertad en pocas semanas y con una fianza mínima”, aclaró Alex Gálvez, abogado de inmigración que logró la liberación de Jerónimo.

 

Gálvez destacó el desconocimiento por parte de las autoridades de inmigración sobre los conflictos que se viven en México, lo que dificulta la concesión del asilo.

 

En el año fiscal 2013 las cortes de inmigración recibieron 36,674 peticiones de asilo, de las cuales 8 mil 569 eran de ciudadanos mexicanos, y sólo 155 de ellos obtuvieron este beneficio. NS