AUSTIN.- Después de devastar numerosas localidades de Texas, especialmente Houston, la cuarta ciudad más grande de EU con 6.5 millones de habitantes, Harvey, considerado ya el huracán más destructor en el territorio, se mueve hacia el sureste del país.

 

De acuerdo con datos del Centro Nacional de Huracanes, dejará grandes cantidades de lluvia en Luisiana, donde llegó ayer, antes de desplazarse a los estados de Arkansas, Tennessee y Misuri, donde también podría dejar inundaciones.

 

Harvey ha causado la muerte de, al menos, 30 personas en Texas y se espera que la cifra aumente a medida que los servicios de emergencia se abren camino entre las aguas.

 

Mientras crece la cifra de fallecidos, las labores de rescate continúan y las autoridades tratan de reforzar las infraestructuras para evitar, entre otras cosas, la ruptura de dos presas cercanas a Houston que ayer ya comenzaron a desbordarse, forzando más evacuaciones.

 

Hasta ayer, 30 mil personas se han refugiado en 230 albergues del estado de Texas y otras mil 800 han sido trasladadas de refugios a hoteles en las últimas horas, según detalló el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long.

 

El funcionario añadió que aunque de momento no existe una medición del impacto del meteoro, en particular sobre el número de viviendas bajo el agua en Houston y su zona metropolitana, “este va a ser un enorme desastre para el país”.

 

Por lo pronto más de 195 mil personas han pedido ayuda económica al Gobierno de EU, según datos de la FEMA.

 

De acuerdo con un estimado de la firma privada AccuWeather dado a conocer ayer por el diario USATODAY, el costo de Harvey podría alcanzar los 160 mil millones de dólares, lo que podría colocarlo como el desastre natural más costoso en la historia de Estados Unidos.

 

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, insistió ayer en la magnitud del desastre y pidió a los residentes de las zonas inundadas que no conduzcan “bajo ningún concepto” y sigan las órdenes de las autoridades locales.

 

Dada el área y la cantidad de las personas afectadas, Harvey “es mucho peor de lo que fueron Katrina o Sandy”, afirmó Abbott en referencia a los huracanes que devastaron, el primero en 2005, Nueva Orleans; y, el segundo en 2012, inundó grandes zonas de Nueva York.

 

La secretaria de Seguridad Interna (DHS), Elaine Duke, indicó que dado la enorme área de destrucción dejada por Harvey en Texas, que comprende alrededor de 50 condados, la recuperación tardará años.

 

Xavier Rodríguez

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EU agradece a México

WASHINGTON.- El secretario de Estado, Rex Tillerson, agradeció ayer al canciller Luis Videgaray la ayuda de México a Texas, tras la devastación que enfrenta la entidad debido a la tormenta Harvey.

 

“Muy generoso de México ofrecer ayuda en estos momentos tan desafiantes para nuestros ciudadanos en Texas”, dijo Tillerson acompañado por Videgaray antes del inicio de su encuentro bilateral.

 

Videgaray dijo brevemente que no había nada que agradecer, porque eso corresponde a dos países “vecinos”.

 

El gobierno mexicano ofreció la ayuda al gobernador de Texas, Gregg Abott, a través del Departamento de Estado.

 

En Texas, Abbott anunció este miércoles que aceptará el ofrecimiento de ayuda de México para atender las urgentes necesidades de la población afectada por Harvey.

 

La cadena radiofónica NPR informó que Abbott no tenía aún una lista de las cosas con las que México podría ayudar, pero indicó que estas implican “vehículos, barcos, suministros y alimentos”.

 

Venezuela dará 5 mdd

En tanto, el gobierno de Venezuela anunció que aportará 5 millones de dólares para los afectados por Harvey en EU y que la ayuda se entregará a través de las ganancias de la empresa venezolana Citgo, filial de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que tiene una cadena de refinación y comercialización de combustibles en EU.

 

Citgo tiene una refinería petrolera en Corpus Cristi, la cual no sufrió daños tras el paso del huracán, confirmó el presidente de Petróleos de Venezuela, Nelson Martínez.

 

Los paraliza la tormenta

Martín Pérez estuvo cinco días encerrado en su departamento, los mismos que tardó Harvey en pasar por Texas y causar la mayor destrucción que este padre de familia ha visto en Houston, en los 20 años que lleva viviendo ahí.

 

“He pasado tres contingencias similares, Rita (2005), Ike (2008) y Harvey, pero éste es el más complicado… Lo más triste es la pérdida de vidas, lo demás lo puedes solucionar. Como padre me entristece saber que murieron niños”, narra.

 

“Cada año hay inundaciones en las carreteras y hay zonas que se inundan regularmente, que están identificadas por autoridades y la misma gente ya sabe”, comparte desde su departamento ubicado cerca del centro de la ciudad, donde el martes vivió la primera noche con toque de queda, impuesto por las autoridades.

 

“Vivo en un lugar alto, a 10 minutos del centro de Houston, pero alrededor se inunda y no puedes salir. Toda la ciudad se bloquea. No he podido trabar, pero soy uno de los afortunados qué no tiene grandes problemas”

 

Narra que en los días previos a la llegada de Harvey, que tocó tierra en Texas el viernes pasado, en Rockport, como huracán categoría 4 con vientos de 215 kilómetros por hora, siguió los consejos de las autoridades, almacenó alimentos y agua, llenó los carros de gasolina.

 

“Además mantenerse alerta, ayudar sólo si puedes, no arriesgarse, no crear más problemas y mantenerse informado”.

 

El martes pudo salir a la calle, intentó llegar con sus hijos, quienes viven con su ex esposa, pero no lo logró, se encontró con los caminos todavía cerrados, ahora espera pueda verlos antes del fin de semana,

 

“Mis hijos están bien, traté de llegar, pero el agua está un poco alta y no hay que arriesgarse para no crear más problemas… Están bien y estamos en comunicación por el celular y WhatsApp… Estaba como a 10 minutos caminando, pero ellos mismos me dijeron que no lo hiciera”.

 

Su salida la aprovechó para apoyar a un amigo, quien fue llevado a un albergue, pues lo obligaron a evacuar su casa por precaución.

 

“Dirzo lo llevé con familiares donde estaban bien. No me arriesgué tanto. Ellos siguieron las instrucciones de las autoridades, sólo evacuaron por precaución, hay un pequeño río cerca de donde vive, aunque no sabe cómo están sus propiedades”.

 

Ahora vienen nuevos retos para todos, empezarán las inspecciones, la limpieza, los reclamos de seguros y revisar qué cubren y qué no. Martín deberá regresar al trabajo y sus hijos a la escuela.

 

con información de Rosario Pérez

 

caem