El telescopio espacial Hubble descubrió uno de los agujeros negros más masivos jamás encontrados, según la Agencia Espacial Europea (ESA).

 

El agujero negro se encuentra en el centro de la galaxia NGC 4889, una galaxia elíptica de apariencia “inactiva”, ubicada a 300 millones de años luz de la Tierra, en el Cúmulo de Coma.

 

Es unos 21 mil millones de veces mayor que la masa del Sol y posee un horizonte de eventos del área alrededor de un agujero negro de la cual ni siquiera la luz puede escapar de un diámetro de aproximadamente 130 mil millones de kilómetros.

 

Para darse una idea, el agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea posee una masa de sólo cuatro millones de masas solares.

 

Los tiempos de actividad de este agujero negro, cuando devoraba grandes cantidades de polvo y gas, ya han pasado, explicó la ESA en su página web dedicada al telescopio espacial Hubble.

 

Según los científicos, actualmente permanece inactivo y “el ambiente dentro de la galaxia es tan tranquilo que se están formando estrellas a partir de sus gases restantes y que orbitan inalteradamente alrededor del agujero negro”.

 

Los astrónomos indican que durante su periodo activo, la galaxia NGC 4889 podría haber sido clasificada como un cuásar (objeto astronómico extremadamente luminoso), y que el disco alrededor del agujero negro supermasivo podría haber emitido mil veces más energía que la Vía Láctea.

 

En el centro de la Vía Láctea se encuentra un gigantesco agujero negro llamado Sagitario A*, un monstruo con una masa de cuatro millones de soles capaz de devorar estrellas y planetas. Pero es posible que el coloso no esté solo.

 

Muy cerca, a tan solo 200 años luz de distancia del centro de la galaxia, investigadores del Observatorio Astronómico Nacional de Japón en Tokio han observado indicios de la existencia de un segundo agujero negro de gran tamaño.

 

Desconocido hasta ahora, tendría una masa 100 mil veces la del Sol, lo que los astrónomos denominan una “masa intermedia”, que podría ayudar a explicar el nacimiento de los agujeros negros supermasivos situados en los corazones de las galaxias.

 

Los astrónomos describen agujeros negros de dos tamaños: los de masa estelar, formados después de gigantescas explosiones de estrellas muy masivas; y los supermasivos, que a menudo se encuentran en los centros de las galaxias. La masa de los supermasivos varía desde varios millones a miles de millones de veces la masa del Sol.

 

Según un equipo de investigadores de la Universidad británica de Leicester, en teoría los agujeros negros podrían crecer en los centros galácticos hasta 50 mil millones de masas solares antes de perder para siempre los discos de polvo y gas que les rodean y que les sirven de sustento.