WASHINGTON. Un grupo de ciberespías chinos logró acceder a los diseños de importantes sistemas de defensa de EU, incluyendo los de misiles antibalísticos, cazas F/A-18 y el helicóptero Black Hawk, informó ayer el diario The Washington Post.

 

Según un informe preparado por la Junta de Ciencias de Defensa para el Pentágono y representantes del sector de defensa, los ciberespías tuvieron acceso a los diseños de más de una veintena de avanzados sistemas de defensa, considerados clave para la defensa antimisiles, y aviones y buques de guerra, dijo el diario.

 

También tuvieron acceso al diseño del F-35 Joint Strike Fighter, valorado en 1.4 billones de dólares y considerado el sistema de armas más caro jamás construido, según el diario.

 

Algunos de los armamentos conforman la “espina dorsal” del sistema de defensa del Pentágono para Asia, Europa y el Golfo Pérsico.

 

El informe confidencial, nunca antes publicado, no acusa de todos modos a los ciberespías del robo de los diseños de los sistemas de defensa, entre éstos el sistema de misiles Patriot, el de misiles antibalísticos Aegis de la Marina de EU, el caza F/A-18, el V-22 Osprey, y el helicóptero Black Hawk.

 

Los expertos advierten que “las intrusiones electrónicas le dieron acceso a China a tecnología avanzada que podría acelerar el desarrollo” de sus propios sistemas de armas y “debilitar la ventaja militar de Estados Unidos en un futuro conflicto”, señaló el Post.

 

La Junta, compuesta por expertos de los sectores público y privado en el sector de defensa, ya había advertido en enero pasado, en una versión pública de su informe, que el Pentágono no está preparado para responder a un “ciberconflicto a gran escala”.

 

El diario anticipó que Obama planea discutir el tema con el presidente chino Xi Jinping en California en junio próximo, durante la visita que realice a Estados Unidos.

 

Robo de información a Australia

 

SIDNEY. Supuestos piratas informáticos chinos fueron acusados por la televisión australiana de robar información secreta de la agencia de inteligencia de Australia, denuncia sobre la que el gobierno austral no ha querido pronunciarse.

 

El espacio Four Corners, de la cadena local ABC, indicó que en este ataque cibernético, orquestado desde un servidor chino se obtuvo información sobre los nuevos diseños de la sede de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO).

 

La información robada, en una fecha que no fue precisada, incluye detalles sobre los sistemas de seguridad y comunicaciones, los planos del edificio en Camberra y la localización de sus servidores, según la cadena.

 

El programa periodístico también señaló que los ministerios de Defensa, Asuntos Exteriores y Comercio, así como la oficina de la primera ministra, Julia Gillard, y las del gabinete han sido blanco de ataques cibernéticos.

 

No obstante, el gobierno australiano rehúsa confirmar o negar la denuncia al insistir que su política es la de nunca comentar sobre asuntos de inteligencia o seguridad.

 

“No voy a comentar si los chinos han hecho o no lo que se ha denunciado”, dijo el ministro australiano de Exteriores, Bob Carr, a la cadena Sky News de la televisión local por cable.

 

El jefe de la diplomacia australiana también enfatizó que las denuncias no ponen en peligro los lazos con China.

 

La denuncia “absolutamente no tiene implicaciones en la asociación estratégica” que la primera ministra australiana suscribió con su homólogo chino, Li Keqiang, en Pekín el mes pasado, aseveró Carr al subrayar que ambas naciones comparten varias áreas de cooperación.

 

Sin embargo, políticos en la oposición han pedido una investigación independiente. La primera ministra, Julia Gillard, se ha negado a dar detalles y ha dicho únicamente que la información de ABC es “inexacta” y “no está demostrada”.

 

Las denuncias de la ABC se dan en un contexto de preocupación general en torno a supuestos ciberataques masivos y agresivos lanzados desde China, que incluye las sospechas de que estos piratas también han tenido acceso a secretos militares y documentos diplomáticos.

 

Acusan a 7 personas por lavado de dinero en NY

 

NUEVA YORK. El fundador de un sistema monetario con sede en América Latina y otras seis personas fueron acusadas en Estados Unidos de una estafa para lavar dinero por seis mil millones de dólares, informaron las autoridades el martes.

 

Arthur Budovsky, el fundador de Liberty Reserve, un sistema monetario utilizado desde hace tiempo por los estafadores cibernéticos, fue detenido en España el viernes. También hubo arrestos en Costa Rica y Nueva York.

 

Las autoridades dicen que la red procesó al menos 55 millones de transacciones ilegales en todo el mundo. El caso es considerado la mayor operación internacional de lavado de dinero de la historia.

 

En los foros clandestinos de internet aumentó la preocupación desde que Liberty Reserve dejó de funcionar la semana pasada. En un comunicado, la policía de Costa Rica confirmó que Budovsky había sido detenido en España por cargos de lavado de dinero y que varios establecimientos vinculados con su compañía habían sido registrados.

 

Una nota colocada en la página web de Liberty Reserve dijo que “el equipo para combatir las transacciones financieras mundiales ilícitas de Estados Unidos se apoderó” del dominio.

 

La desaparición de Liberty Reserve probablemente remecerá el internet.

 

Aditya Sood, quien realiza su doctorado en Informática de la Universidad Estatal de Michigan y ha estudiado la economía sumergida, llamó al sistema una de las monedas más populares entre los cibercriminales.

 

Liberty Reserve funciona como una alternativa al sistema bancario que no formula preguntas, y se requiere poco más que un correo electrónico válido para abrir una cuenta y empezar a transferir dinero a través de las fronteras.

 

“No es necesario proporcionar sus datos completos, o información personal, o cosas por el estilo”, dijo Sood en una entrevista telefónica. “No hay manera de rastrear una cuenta. Esa es la belleza del sistema”.

 

Las personas que utilizan Liberty Reserve dependen en parte de centros cambiarios en el extranjero, por lo general en lugares fuera del alcance de las instituciones legales de Estados Unidos o Europa, que organizan transacciones para meter y sacar dinero del sistema financiero tradicional. Al igual que otras cibermonedas, Liberty Reserve tiene muchos usuarios legítimos, pero la promesa de transacciones no rastreables vuelve al sistema atractivo para los estafadores.

 

Liberty Reserve parece haber desempeñado un papel importante en el blanqueo de un robo reciente de alrededor de 45 millones de dólares de dos bancos de Oriente Medio, de acuerdo con documentos judiciales revelados por las autoridades estadunidenses a principios de este mes.