Sólo restan 24 horas. Tras una campaña irregular, donde Hillary Clinton y Donald Trump los dos candidatos menos populares de los que se tenga memoria, se fueron pasando como piedra caliente el protagonismo de escándalos mediáticos políticos y legales durante meses, llegó la la hora de medir fuerzas en las urnas.

 

Ambos organizaron para los dos últimos días de la campaña una agenda frenética, concentrada en aquellos los estados clave para garantizar la mayor participación posible en las urnas el próximo martes y romper el empate técnico que pronostica el promedio de las encuestas. Trump viajó por Iowa, Minnesota, Michigan, Pensilvania y Virginia, todos estados del norte del país. La gran sorpresa fue Minnesota, un distrito que no apoya a un candidato republicano desde hace más de una generación. Clinton, por su parte, decidió dedicar su día a Pensilvania, New Hampshire y Ohio, dos estados del noreste de Estados Unidos.

 

Hoy, ambos volverán a tener una agenda colmada. Trump hará paradas y actos en cuatro estados -Florida, Carolina del Norte, Pensilvania y New Hamphsire-, mientras Clinton usará las cartas más pesadas que tiene bajo la manga: pondrá en el escenario a su esposo, el ex Presidente Bill Clinton, acompañado por Barack Obama, y su extraordinariamente popular esposa Michelle.

 

A continuación te explicamos las claves para entender lo que sucederá esta semana cuando el país más poderoso del mundo elija su próximo Presidente:

 
Qué está en la mira

 

Los ojos del mundo estarán puestos sobre Florida. Ese estado, que hace 16 años le dio la presidencia al republicano George W. Bush por menos de 600 votos, nuevamente aparece como el más parejo. Los encuestadores coinciden que los dos candidatos están en empate técnico y nadie se anima a arriesgar un ganador. Algo similar sucede en Carolina del Norte, otro distrito con final abierto y cuyo resultado, aunque sea por un puñado de boletas, puede definir la elección. Para Trump, se trata de dos batallas de vida o muerte, electoralmente hablando: una derrota en cualquiera de los dos lo deja virtualmente con las manos vacías.

 

Hillary, traquila

 

Si Clinton gana Nevada, Colorado, Pennsylvania, New Hampshire, Michigan, Wisconsin, Virginia y New Mexico, será la primera mujer presidente de los Estados Unidos. Si los republicanos logran hacer una brecha en ese muro, el panorama para ella resultará mucho más complicado.

 

Indecisos u otros partidos

 

Aunque decayó en las últimas semanas (favoreciendo a Trump) la cantidad de gente que aún no decidió su voto o que planea votar por alguna opción fuera de las tradicionales es muy alta este año, según las encuestas: 13% (cuatro veces más que en 2012), agregando un factor más de imprevisibilidad al resultado final.

 

Participación
El voto de negros, latinos y jóvenes sería una gran noticia para los demócratas. Una baja participación de esos sectores agranda las chances de un triunfo republicano, al igual que una mayor cantidad de votos de hombres blancos adultos sin educación completa, el principal apoyo de Trump.