En vísperas de El Buen Fin, la economía de Guerrero, que depende en 80% de la actividad turística, está en severos predicamentos. Tan sólo Acapulco, uno de los principales destinos turísticos de la entidad, registra 14 mil cancelaciones de noches-hotel en el marco de los bloqueos, tomas de centros comerciales y otras manifestaciones sociales por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.

 

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Acapulco, Joaquín Badillo Escamilla, señaló que desde que comenzaron las manifestaciones por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa la actividad turística ha caído 60%, lo cual parece que no mejorá en el corto plazo.

 

“Nos unimos (las cámaras empresariales) para realizar un escrito para el presidente Enrique Peña Nieto, a nuestro actual gobernador Rogelio Ortega, al actual presidente municipal de Acapulco, Luis Walton, en donde informamos cancelaciones de 14 mil cuartos noche de hotel, en donde informábamos un desplome de la economía, concretamente 60% de la actividad turística, y en donde esto está afectando a la cadena de valor e incluso a la contratación de empleos temporales”, señaló el empresario.

 

Estas cancelaciones representan pérdidas por 15 millones de pesos, ya que cada una representa por lo menos mil 100 pesos para los hoteleros, eso sin contar la derrama que los visitantes dejan a otros eslabones de la cadena como restaurantes, comercios y transporte público.

 

El 80% de la derrama económica de Guerrero viene del turismo, principalmente del llamado Triángulo del Sol (Acapulco, Ixtapa y Taxco), el cual ya está sufre consecuencias negativas por la baja afluencia de visitantes, pero que es una onda que se expande a los demás municipios.

 

“No hay oferta de venir a Acapulco, por lo tanto las empresas transportistas tienen que reducir sus salidas, sus salidas ya son muy costosas porque van sin pasajeros o muy pocos, pero también hay el riesgo de que en sus trayectos sean secuestrados o tomados tanto su combustibles como su unidad completa. Las empresas dedicadas al transporte sí se han visto afectadas, desgraciadamente están considerando y tienen sobre la mesa el hecho de ver si cambian de rutas o si van a seguir teniendo una reestructuración de las que tienen”, señaló Badillo Escamilla.

 

Esta panorama afectaría las ventas de El Buen Fin, cuya celebración coincide con el fin de semana largo por los festejo de la Revolución Mexicana del 14 al 17 de noviembre, donde se supone el sector servicios debería de obtener ganancias superiores al promedio al ofrecer descuentos en los productos.

 

Sería una situación parecida a la del fin de semana por Día de Muertos, cuando la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas en Acapulco (AHETA) reportó que sólo 36% de las habitaciones del puerto estaban reservadas antes de 1 de noviembre.

 

Badillo Escamilla dijo que ante tal panorama lo que les queda es tratar de contrarrestar la mala percepción que tiene ahora Acapulco, esto por medio de campañas en medios de comunicación.

 

“Nosotros acapulqueños continuamos con nuestra actividad normal. Quienes aquí vivimos salimos a trabajar, no obstante lo que se ve, es decir que lo que queremos decir es que lo que se ve es en un porcentaje muy pequeño de nuestra gran geografía”, finalizó el presidente de Coparmex.

 

 

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