Héctor Astudillo Flores quien tomará protesta como gobernador de Guerrero en octubre próximo, descarta tomarle la palabra al actual gobernador, Rogelio Ortega, para recibir la administración pública antes de la fecha que marca la Constitución, el próximo 27 de octubre.

 

Durante una charla con 24 HORAS, Astudillo Flores afirma que a la crisis de carácter político y social se suma otra en el ámbito económico, ya que Guerrero tiene una deuda en las arcas públicas que podría rebasar los tres mil millones de pesos, heredara por el gobierno de Ángel Aguirre Rivero.

 

Astudillo, quien es abogado de profesión por la UNAM y ganó la gubernatura siendo candidato del PRI, reconoce que la prioridad inmediata de su administración será la pacificar a todos los sectores sociales agraviados en Guerrero, sobre todo tras la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014.

 

Según Rogelio Ortega, Guerrero tiene una crisis económica…

Considero que el estado está iniciando una crisis económica, además de la de carácter social y la política. Los tres casos hay que evitarlos porque estaríamos en una situación complicada para todos los guerrerenses; creo que lo que el gobernador del estado hizo, en estos comentarios, fue un llamado de ayuda. Así lo entiendo.

 

¿Ha platicado con el gobernador Ortega sobre este tema?

He tenido la oportunidad de platicar con él en un par de ocasiones, en la ruta de la entrega-recepción de la administración estatal, y es un problema financiero delicado derivado de una serie de adeudos que se han ido acumulando, que se suma a una crisis social y política que ha tenido Guerrero en los últimos meses.

 

¿Sobre la propuesta de adelantar la entrega del mando?

Adelantar la entrega de la función pública es un asunto que no es posible legalmente, ni tampoco políticamente; lo que creo es que el gobernador actual va solucionar y atender este asunto con ayuda de la Federación. Espero que en los próximos días él ofrezca una nota diferente a la que dijo en el Senado de la República con relación a la complicación financiera, está claro que Guerrero atraviesa por una situación difícil, los problemas se amplían junto con estos problemas financieros.

 

¿De qué tamaño es la deuda?

Entiendo que anda cerca de los tres mil millones de pesos.

 

¿Hay riesgo de que su administración herede este conflicto?

Estoy absolutamente convencido que va a recibir ayuda el actual gobernador para salir adelante. Le restan noventa días donde espero lo ayude la Federación porque de lo contrario, la situación será mayor cuando la nueva administración entre.

 

¿Se ha acercado con la Federación?

SI, cuando tuve la oportunidad de hablar con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, este tema se tocó; es un tema que traté directamente con el jefe del Ejecutivo el miércoles pasado en Los Pinos. Espero que el actual gobernador, el doctor Rogelio Ortega, reciba la ayuda necesaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para extenderle alguna respuesta relacionada con este asunto financiero.

 

¿Será una ayuda ex profeso?

No. No se habló de tener un apoyo extraordinario. Hablamos de un encuentro previo con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, para tratar este asunto en los próximos meses, y de la misma forma pasará con el gobernador Ortega, estoy seguro.

 

¿Ayudaría en algo tomar adelantar la toma de protesta?

No. No le veo ningún sentido. Considero que los tiempos que hacen falta son los tiempos convenidos para que el actual gobierno concluya una serie de asuntos que tiene. Que el actual gobierno termine con los asuntos que está resolviendo y habrá que darle su tiempo.

No le veo ningún sentido. Tiene que concluir porque tiene asuntos que atender, y yo tengo que prepararme, como lo estoy haciendo, durante los próximos tres meses, en este proceso de transición.

 

¿Cual será su primera acción?

La urgencia es hacer un llamado colectivo y decir que en esta ruta no la podemos seguir. Nadie tiene derecho a destruir Guerrero. Ya se le hizo mucho daño en los últimos tiempos. Considero que hay que hacer un llamado y formular una gran alianza con todos los actores políticos posibles para llamar a la paz y llamar al entendimiento, al razonamiento de encontrar el camino correcto.

 

¿Qué tan lejos está Guerrero del problema de los maestros disidentes de Oaxaca?

Es un tema diferente, porque en Guerrero no están los maestros de la Ceteg en poder de la Secretaría de Educación, como si lo estuvieron institución educativa de Oaxaca los maestros de la CNTE. Sin duda es un tamaño diferente. En Guerrero sólo es una fracción que hace mucho ruido pero que no está apoderada de las instituciones de educación.

 

¿Qué postura tomará ante este tema?

Hay que construir un diálogo, con nuevas reglas morales. Pensando en el bien común y en la solución de los problemas, no sólo de los que protestan, sino de toda la población guerrerense.

 

¿Ya perfila a quienes integraran su gabinete?

No, el gabinete aún no está conformado, incluso por salud política. Si yo empiezo a mencionar a alguien, dentro de tres meses voy a crear una dinámica que provocará un problema extra para la entidad. El gabinete deberá a formarse un mes antes de la toma de posesión, es decir dentro de unos 60 días.

 

Luego de la crisis que provocó la desaparición de los 43 normalistas, ¿qué prioridad tendrá usted sobre los brotes de violencia?

Tendremos que hacer todo lo necesario para volver a la normalidad. No es posible que Guerrero continúe de la forma en como está ahora. Tenemos que hablar con todos los políticos. Hay que resaltarles que si seguimos en la misma ruta todos perdemos. No sólo pierde el gobierno al debilitarse, sino pierden todas las organizaciones y pierden todos los sectores sociales. Necesitamos paz en Guerrero.

 

Se ve difícil convencer a todos

No será sencillo. Algunos grupos tienen intereses de por medio. Pero tenemos que actuar con firmeza, transparencia y con la voluntad de solucionar los retos. No vamos a resolver de manera inmediata, pero lo vamos a hacer lo más pronto que sea posible, después de todo hay más guerrerenses que quieren la paz que quienes quieren impunidad y violencia.

 

A Guerrero lo califican como una de las entidades con mayor corrupción…

Bueno, es un compromiso que asumí en campaña, combatir la corrupción. En Guerrero se vive la última llamada. El gobernador entrante está obligado a cumplir su palabra porque será un gobierno muy observado en Guerrero, en México y en todo el mundo.

 

¿La última llamada?

Sí, claro. El futuro gobernador no puede darse el lujo de disiparse o de relajarse, ni mucho menos de indiferencia ante el poder, está obligado a cumplir a los guerrerenses, será muy difícil, pero el objetivo, lo digo de manera muy clara, será la de pacificar a la entidad.

 

¿Qué escenario ve para Guerrero, en caso contrario?

Muy fácil, en Guerrero la ciudadanía fácilmente se expresa cuando algún gobernante no cumple. Pero en este escenario no pasará porque la palabra de Héctor Astudillo está empeñada.