Hace tres años, nadie esperaba que Guardianes de la galaxia tuviera el éxito descomunal que obtuvo, gracias en gran parte a su estilo desenfadado, su banda sonora y un sólido elenco que hizo de estos héroes no tan conocidos del Universo Marvel un éxito en taquilla y con la crítica.

 

Ahora llega a la cartelera la esperada Guardianes de la galaxia Vol. 2, que a decir de su supervisor de efectos visuales, Christopher Townsend, seguirá sorprendiendo al público con mundos nuevos, más personajes y el mismo humor de su antecesora.

 

En una conversación telefónica exclusiva con 24 HORAS, Townsend platicó, desde Los Ángeles, cómo fue el proceso para realizar esta nueva entrega y qué es lo que se podrá ver en la misma, que se estrena este viernes en las salas de cine del país, una semana antes de su apertura en EU y Canadá.

 

¿Cuál es la labor de un supervisor de efectos visuales?

 

Trabajo con diferentes equipos y empresas alrededor del mundo, con la misión de lograr poner en la película lo que queremos, ya sea un mundo diferente o extraño o nuevos personajes. Mi trabajo es el de revisar y supervisar todo el trabajo y asegurarme de que todo está como el director desea. Cuando el trabajo está listo me encargo de presentarlo tanto al estudio como al director.

 

¿Cómo es trabajar con Marvel?

 

Fantástico. En la empresa existe una gran pasión y un gran compromiso porque sus productos sean los mejores. Todos los que trabajan ahí se involucran de una manera sorprendente con su trabajo, desde creativos y productores, gente como Kevin Feige , que todos los días está revisando y supervisando las cosas. Es difícil encontrar ese nivel de dedicación hacia algo.

 

 

¿Cuál dirías que fue el principal reto para Volumen 2?

 

El director, James Gunn, quería crear mundos que no se hubieran visto con anterioridad, y eso siempre es un reto en todos sentidos, pues la tarea es hacer que el público crea en esos ambientes, esos mundos que rodean la historia. Debe ser algo que tenga cierta familiaridad, pero al mismo tiempo que no se vea que es algo que ya se hizo. El reto fue hacer algo único y especial, pues hay muchas cosas distintas. Quisimos hacer que lo que se vio en el primer filme fuera todavía mejor, como en el caso de uno de los personajes principales, Rocket.

 

¿Hay mucha diferencia entre esta película y la anterior?

 

En la parte técnica no creo que sea tanto, porque la anterior no tiene tantos años, pero creo que sí logramos una mejoría en general. Gunn quería sorprender a la audiencia, y el equipo que más tenía esa posibilidad era el de efectos visuales. En el primer filme se hizo un gran trabajo, y eso fue parte del éxito que tuvo; para esta segunda parte la idea de James era mantener a la gente sorprendida todo el tiempo. Por eso quisimos dar mayor atención a detalles por aquí y allá, ya fuera en los personajes o en la creación de estos mundos locos, extraños y diferentes. Mi trabajo era justo tratar de dar forma en la pantalla a lo que James trataba de hacer.

 

 

Finalmente, ¿cuál dirías que es el principal reto para los actores al trabajar en un filme lleno de efectos visuales?
Creo que estar frente a una pantalla verde siempre es su mayor reto, razón por la que en el equipo siempre tratamos de darles algo con lo que puedan trabajar, ya sea darles un ambiente, o un stand-in de un personaje.
Por ejemplo, trabajamos de nuevo con Sean Gunn, hermano de James, quien es actor e interpretó, entre otros, a Rocket en el set. Aunque la voz del personaje es de Bradley Cooper, en la locación nos ayudaba mucho tenerlo en el lugar de Rocket para que pudiera haber una interacción real entre los actores. Eso le da más credibilidad a las actuaciones.

 

CURIOSIDADES

 

El director James Gunn quería que el aspecto de la película evocara el estilo de las primeras novelas de bolsillo de las décadas de 1950 y 1960.
La actriz australiana Elizabeth Debicki, quien interpreta a Ayesha, líder de la raza de los Soberanos, mide 1.92 metros.

 

Sean Gunn, quien da vida a Kraglin, hizo doble trabajo al interpretar a Rocket en el set, dotándolo de movimiento y expresión que fueron capturados con la técnica CGI de captura de movimiento, para el personaje animado por computadora, al que da voz Bradley Cooper.

 

Al igual que en la primera película, Gunn incluyó todas las canciones en el guión mientras lo estaba escribiendo, y cada canción juega un papel específico en la escena en la cual está emplazada.

 

El director quiso que los actores escucharan las canciones de la película mientras rodaban las escenas. Los actores llevaban audífonos para poder escuchar la música mientras interpretaban sus escenas.

 

Rodar a Baby Groot supuso uno de los mayores desafíos. Con tan sólo 25 centímetros de altura, el personaje debía encuadrarse en la toma junto con actores de la altura de Dave Bautista y Chris Pratt.

 

Un auto que causará furor entre los fans es el Ford Cobra de 1979. Gunn, gran aficionado a los clásicos muscle cars, lo escogió para que fuera el auto que conduce Ego, el padre de Peter Quill, al comienzo de la película.

 

aarl