Desde el viernes pasado comenzaron a circular las amenazas. Se produjeron a través de las redes sociales y llegaron a los teléfonos celulares a lo largo de todo el día.

 

En el mensaje se escuchaba una voz que por radio avisaba que al día siguiente (el sábado 11 de abril) habría enfrentamientos en distintos puntos y plazas de Guadalajara –además de los alrededores de la ciudad–, por lo que pedían a la población permanecer en sus casas.

 

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Presuntamente, miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) rondaban ya la Perla Tapatía y se enfrentarían con miembros de policías, e irían en pos de altos mandos de la Fiscalía.

 

Al día siguiente, ese sábado en cuestión, las calles de Guadalajara lucieron semidesiertas. Lo mismo ocurrió con sus plazas comerciales, al igual que en las de Zapopan.

 

La psicosis se había extendido por la ciudad.

 

De hecho, con lo primero que nos topamos aquella mañana fue un numeroso convoy de camionetas de Pemex con soldados a bordo que enfilaban hacia las afueras de la ciudad para proteger los ductos petroleros.

 

Los helicópteros sobrevolaban la ciudad. Había patrullajes de distintas fuerzas policiacas.

 

Pasó el día y afortunadamente nada ocurrió. No hubo ni narcobloqueos, ni tampoco enfrentamientos. Todo quedó en rumores, incertidumbre y especulaciones.

 

El martes, sin embargo, el ambiente volvió a crisparse. Integrantes del cártel colgaron decenas de mantas –firmadas por el CJNG– en puentes peatonales, avenidas importantes de la ciudad y en puntos de ingreso o salida de la zona metropolitana de Guadalajara, e incluso por Tonalá y en el ingreso de la autopista Guadalajara-La Barca.

 

En ellas informan a la ciudadanía “que el problema no es con ustedes” sino “con Los Zetas, Los Caballeros Templarios y las autoridades abusivas y rateros”.

 

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FUNCIONARIOS CONTRA LA PARED.- Esta situación de amenazas y temores inició desde el pasado 23 de marzo, cuando fue asesinado Heriberto Acevedo Cárdenas El Gringo, al intentar matar al comisionado de Seguridad Pública, Alejandro Solorio Aréchiga.

 

Luego, el 6 de abril, vendría el ataque contra integrantes de la Fuerza Unida de Jalisco en el poblado de San Sebastián del Oeste, en donde murieron 15 policías y otros cinco quedaron gravemente heridos tras una emboscada a la altura del kilómetro 55-56, en el rumbo de Potrero de Abajo y cerca del crucero a Soyatán (en la carretera Guadalajara-Puerto Vallarta).

 

Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, fiscal general del estado, y otros funcionarios (entre ellos se menciona al propio gobernador, Aristóteles Sandoval) han sido amenazados.

 

Mientras tanto, papá Leonel Sandoval (magistrado del Tribunal de Jalisco y operador político del PRI) hace de las suyas con vistas a las próximas elecciones, según dio cuenta Reforma.

 

Pero su hijito, el gobernador, en un arrebato de responsabilidad, le pidió respetuosamente que para que no lo afecte, mejor le pare a su operación política y que solicitara licencia como magistrado en lo que se esclarece la situación.

 

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QUE NO SON PARCHES LOS DE LA LÍNEA 12.- Está buenísimo el símil con el que el jefe de Gobierno del DF defendió los “trabajos de alta calidad” que se le están haciendo a la Línea 12 del Metro.

 

¿Cómo que parches?, se defendió: “si lo analizas así, pues todo mundo está parchado. Cada vez que te arreglan una muela, no te cambian la dentadura completa, te hacen una curación y te dejan funcional la muela. Todo está parchado”.

 

Lo importante, alegó Miguel Ángel Mancera es que la Línea quede en condiciones de seguridad y de funcionamiento óptimas para poder dar el servicio y no andarnos con debates filosóficos porque entonces ¿dónde estaría la frontera (entre rehabilitación y parche)?

 

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GEMAS: Obsequio del líder del PRI nacional, César Camacho, para el candidato del PAN a la gubernatura de Querétaro: “La declaración (patrimonial) de Pancho Domínguez está truqueada, hay cosas que no cuadran”.

 

 

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