Pese a que el plazo venció el 1 de julio pasado, sólo la mitad de las asociaciones religiosas han entregado su declaración fiscal, ya que de las ocho mil 737 registradas ante la Secretaría de Gobernación, sólo cuatro mil 161 han hecho el trámite, informó el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

 

De las agrupaciones que ya cumplieron son su obligación, mil 831 lo hicieron por medio de una gestión gubernamental y las otras dos mil 330 acudieron por iniciativa propia.

 

De acuerdo a información de la dependencia federal, hasta el momento no ha sancionado a ninguna asociación religiosa, pero lo que sí ha hecho es mandar 433 invitaciones a agrupaciones para que se pongan al corriente en sus obligaciones.

 

Derivado de la miscelánea fiscal de 2014, se impuso la obligación a las asociaciones religiosas (consideradas como asociaciones sin fines de lucro) a registrar electrónicamente sus movimientos de ingresos y egresos para así rendir su declaración. En caso de que llegara el 1 de julio y las autoridades fiscales no tuvieran información o se detectarán irregulares, comenzaría con procesos de auditorías.

 

El SAT informó a las asociaciones religiosas de estas nuevas disposiciones fiscales por medio del oficio 600-01-02-2015-02104 (con fecha del 14 de diciembre de 2015), donde se explica que ofrendas, diezmos, primicias y donativos que sirvan para la manutención de las asociaciones estarán exentos de pago de impuestos; sin embargo, todo lo demás que implique una ganancia (como la venta de productos y servicios) sí gravará para Hacienda.

 

Sobre las obligaciones fiscales, la Conferencia del Episcopado Mexicano, a través de su oficina de Comunicación Social, indicó que como Iglesia católica están atentos a las disposiciones fiscales que corresponden a las asociaciones religiosas para cumplir con éstas en tiempo y forma.

 

Por su parte, el director de Comunicación Social de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, calificó a esta obligación fiscal como algo fuera de la realidad, pues hay parroquias que sobreviven al día, por lo que carecen de recursos para pagar un contador.

 

“En las ciudades es más fácil para cumplir porque se tiene al alcance de la mano un contador, hay Internet para las facturas electrónicas (…) El control que ponen es un control comercial y nosotros no tenemos actividad mercantil “”, dijo.

 

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Frase

 

“Pensemos en las parroquias de las sierras, muy pobres, que incluso reciben ayuda económica, no hay Internet ni contadores para cumplir con esos requerimientos absurdos”

Hugo Valdemar

Director de Comunicación Social de la Arquidiócesis Primada de México

 

Cifras

 

6 mil 750 pesos sería la multa máxima a las asociaciones que no envíen su contabilidad electrónica a tiempo

 

54 mil 470 pesos es la multa máxima por no responder a las solicitudes del Sistema de Administración Tributaria