Dijo el todavía gobernador del Banco de México a los senadores que integran la Comisión de Hacienda que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, obligó en enero pasado, a base de “madrazos”, perdón, de “tuitazos”, a modificar la estrategia de defender nuestra moneda.

 

Antes de que hiciera su aparición Donald, esa prestigiada institución “defendía al peso como perro”, tirando dólares al aire mediante las subastas. Después de haber despilfarrado miles de millones de dólares, los funcionarios del Banxico cambiaron la mecánica y, en lugar de subastas, pusieron en marcha el esquema de coberturas cambiarias, lo que ha permitido que, por un lado, la institución ya no meta las manos en el mercado cambiario y, por el otro, que nuestra moneda se aprecie.

 

¿O sea que, si no hubiera sido por Trump, el precio del dólar estaría por ahí de los 25 pesotes, y nuestras reservas monetarias habrían sufrido un importante descalabro?, preguntan varios senadores que se quedaron perplejos después de escuchar la confesión de Agustín.

 

Uno de los integrantes de la susodicha Comisión le preguntó a Carstens: ¿por qué nos tardamos en aplicar las coberturas? Y aquél le respondió: porque estábamos en un régimen de flotación que nos había funcionado muy bien. ¡Sí, Chucha!, exclaman algunos observadores, quienes recuerdan que, según cifras oficiales, el Banco de México se gastó más de 30 mil millones de dólares para atenuar la caída de los precios del petróleo, y lo único que consiguió fue alentar la especulación de los bancos, las casas de bolsa, los centros de cambio y de los inversionistas, quienes fueron los principales beneficiarios con las subastas.

 

Ya en serio, gobernador, por qué no actuaron antes, insistió el senador. “Pues mire. Si los “creativos de instrumentos” del Banco Central hubieran sacado antes las coberturas, el mercado y la sociedad podrían haber preguntado: ¿qué estás viendo tú que yo no veo para que saques ese mecanismo?

 

Bueno, el mercado ya les dio las gracias. Pero la sociedad les hubiera respondido: pues lo que nosotros vimos con la inyección alocada de dólares al mercado es que irresponsablemente se estaban gastando los dólares de la reserva, y que no sirvieron para nada porque el dólar subió, subió, subió… hasta superar la barrera de los 22 pesos. En pocas palabras, nos estaba llevando “la fregada”.

 

Pero, según el capitán del barco Costa Ventura (quien saltó al mar cuando su embarcación se estaba hundiendo), perdón, el gobernador del Banco de México, bastaron los madrazos, otra vez perdón, los “tuitazos” de Trump en las redes sociales para “meternos miedo” y cambiar la estrategia.

 

Bueno, es que cuando ocurrieron ambos hechos (la baja de los precios del petróleo y el triunfo de Donald Trump en las elecciones), tanto el gobernador como los subgobernadores y quienes integran la Comisión de Cambios, seguramente se estaban “rascando la barriga”, piensan los malosos.

 

AGENDA PREVIA

 

De “ri-dí-cu-la” calificaron los expertos en la materia, la multa que impuso el IFT a Telmex por violar la ley al otorgar -en sociedad con Dish- servicios de televisión que tiene prohibido en su título de concesión. El regulador argumenta que la penalización de 5.3 millones de pesos se debe a que las violaciones ocurrieron antes de la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones. ¡Pero eso no le quita lo ridículo al monto!, insisten los expertos. Peor se las cuento, lectores, falta ver si en tribunales –en caso de impugnarla— no le hacen una rebaja. Lo más grave de la determinación del IFT es que pone en evidencia la debilidad del sistema jurídico del Estado, para imponer sanciones que realmente sean un escarmiento a quienes, en lugar de competir, buscan sacar provecho de los agujeros que tiene la ley.