PARÍS. El director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, pidió hoy aquí a los gobiernos del mundo “dejar de jugar al póquer político” con el futuro de las próximas generaciones y lograr un acuerdo climático que beneficie al planeta.

 

En la penúltima jornada de la 21 Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21) que desde el 30 de noviembre reúne a 195 gobiernos para acordar un nuevo marco de lucha contra este fenómeno, dijo que los países deben “moverse rápido hacia una transición a energías limpias”.

 

En rueda de prensa, Naidoo comentó que en las últimas horas de conferencia los gobiernos “no jueguen con el futuro de los niños” con un acuerdo que no serán capaz de limitar las emisiones causantes del cambio climático.

 

“Si retrasamos más estas decisiones vamos a seguir perdiendo vidas, habrá más desertificación de la tierra, se afectará la agricultura. Lo que pedimos es que dejen de jugar al póquer político en estas últimas horas de negociación”.

 

Reiteró la petición de su organización de que los países abandonen las fuentes de energía fósil y llegar al año 2050 con energías limpias.

 

Explicó que esta medida es necesaria si se quiere cumplir con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura en las próximas décadas por debajo de 1.5 grados centígrados.

 

En la COP21 los gobiernos conocerán este jueves una tercera versión de preacuerdo de cara al cierre de trabajos, previsto inicialmente para este viernes.

 

Entre los principales puntos pendientes de acordar, está el fijar definitivamente si el objetivo de toda la acción global ponga límite al aumento de la temperatura en 1.5 o 2.0 grados centígrados.

 

Asimismo, no cierra el debate sobre si se tratará total o parcialmente de un acuerdo jurídicamente vinculante (de obligatorio cumplimiento).

 

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En materia de financiamiento faltan por definirse aspectos del esquema de financiamiento que requieren los países en vías de desarrollo para la mitigación y adaptación al cambio climático.

 

El nuevo texto también deja abiertas las diferentes opciones en cuanto a la diferenciación de responsabilidades que tienen los países (bajo el principio de responsabilidad, pero diferenciada) en las acciones a realizar dentro de este acuerdo.

 

Las delegaciones de varios países han denunciado que temas como el respeto a los derechos humanos (vinculados al medio ambiente), derechos de los pueblos indígenas y equidad de género no se incluyen en la parte operativa del acuerdo.