México, España; Carlos Slim, César Alierta. ¿Socios y amigos? Uno es de los tres principales millonarios del mundo, el otro es la cabeza elegida por un grupo de accionistas.

 

El mercado latinoamericano de telecomunicaciones se encuentra cooptado por Telefónica y América Móvil. En México, las barreras de entrada han determinado la existencia de un ente dominador. Al parecer, la narrativa política, sustentada en un nacionalismo perverso, así lo quiso. El “amor” a la bandera castigó a la productividad, es decir, a la calidad en el servicio.

 

En España, el gobierno de José María Aznar privatizó Telefónica (1998), y desde aquella época, de su estrategia de internacionalización desdobló tácticas hacia Latinoamérica. Para ingresar a México, en el 2000, ya con César Alierta a la cabeza, compró Pegaso, de Burillo Azcárraga. En realidad la estrategia fue la excepción porque Telefónica ha comprado a los antiguos monopolios privatizados en Chile, Perú, Argentina, Colombia y Brasil. Slim, por el contrario, ha comprado a empresas alternativas. En Brasil, por ejemplo, tiene una cablera de bajo costo cuyo mercado principal son las favelas.

 

El siglo XXI refleja datos interesantes en nuestro continente. La española es más grande que la mexicana en ingresos y Ebitda (beneficios antes de impuestos) pero la mexicana cuenta con mayor número de clientes y supera a Telefónica en su capitalización bursátil.

 

Con datos de 2013, América Móvil obtuvo 44 mil 400 millones de euros mientras que la española facturó 57 mil 61 millones de euros (cifras publicadas por el periódico español Expansión, 16 de agosto). La rivalidad se incrementa en Brasil y Argentina mientras que en Colombia, México y Chile se asoma cierta asimetría.

 

El valor bursátil de América Móvil es 13% superior al de Telefónica (61 mil 300 millones de euros frente a 53 mil 400 millones). El rubro de facturación se lo lleva la mexicana: 38 mil 800 millones de euros frente a los 29 mil 100 millones de Telefónica.

 

Sabemos que en México, América Móvil es dominante; por cada línea de celular de Movistar, Telcel tiene 3.5, mientras que su facturación es 10 veces mayor: 15 mil 500 millones de euros frente a mil 580 millones de Movistar, inclusive, la de América Móvil es mayor que la que tiene Telefónica en España (13 mil millones en 2013) debido a que, desde 2008 el mercado español se abrió totalmente a la competencia.

 

El dominio de la mexicana se replica en Ecuador y Colombia donde la mexicana duplica a la española, pero en Perú, Telefónica tiene 16.1 millones de líneas mientras que América Móvil tiene 12.1 millones y en Chile la española tiene el doble de líneas que la mexicana. Argentina y Brasil son mercados estratégicos: en el primero la empresa de Carlos Slim supera en 2.4 millones el número de líneas de celulares (21.9 millones frente a 19.5 millones) pero la española duplica a la mexicana en ingresos (tres mil 681 millones de euros frente a mil 591 millones). En ese mercado, los beneficios antes de impuestos de América Móvil representan 32.2% frente a 26.1% de Telefónica.

 

En Brasil, Telefónica Movistar cuenta con 79.3 millones de líneas de celulares, 10.5 millones más que América Móvil; el Ebitda es del 32.3% y el de la mexicana, 23.7%.

 

Lo que es cierto es que la empresa de Carlos Slim ha crecido más rápido que la española en Latinoamérica partiendo de que el tamaño de la mexicana es menor; posee un 40% de clientes mayor que Telefónica. Hasta el mes de junio de 2014, América Móvil contaba con 312 millones de líneas (entre fijas y celulares) frente a los 222 millones de Telefónica.

 

Carlos_Slim_Presea

 

Los terrenos estratégicos de ambas compañías los han llevado a tener fricciones. En 2007, Slim intentó comprar Telecom Italia pero Telefónica logró quedarse como socio estratégico. En Alemania, Carlos Slim compró 24% de la holandesa KPN mientras que Telefónica la convenció que le vendiera a su filial alemana. Slim se opuso al acuerdo, obligando a Telefónica a mejorar la oferta para lograr el apoyo del mexicano.

 

La rivalidad entre ambas empresas va a cumplir un cuarto de siglo. En 1990, Carlos Slim se asoció con SBC y France Telecom para adquirir Telmex por mil 720 millones de dólares. Slim ganó por un pequeño margen a Telefónica. A final de cuentas, el color de la bandera escondía información privilegiada.

 

Ahora, Carlos Slim explora con mayor profundidad el mercado europeo. Es la banda ancha y no los auriculares la clave de su estrategia de expansión. Atrás quedaron los monopolios de las telecomunicaciones; la web demuestra que es un auténtico portafolio de negocios.