Un escándalo de soborno y corrupción en la filial china de la farmacéutica Glaxo fue puesto al descubierto al darse a conocer los resultados de una auditoría interna, informó este martes, el diario estadunidense, The New York Times.

 

Los auditores descubrieron que ya se lleva a cabo la experimentación de un medicamento en seres humanos pese a que nunca se dieron a conocer los resultados de las observaciones en animales.

 

De acuerdo con lo reportado por el rotativo, los problemas de la firma provienen de la exportación del desarrollo tecnológico de la empresa hacia el territorio chino, donde la investigación farmacéutica es más barata.

 

La experimentación en hospitales podría haberse llevado a cabo por medio de sobornos, suponen los fiscalizadores.

 

El informe reveló que el líder del proyecto  conoció los resultados de sólo tres de los seis estudios sobre la droga ozanezumab que se realizaron en ratones.

 

El centro de investigación y desarrollo de Glaxo en china se inauguró en 2007 con grandes ambiciones, no sólo para ayudar a los fármacos de la compañía obtener la aprobación de China, sino también para servir como uno de sus ejes principales de investigación.

 

“Si eso es cierto, es un pecado mortal en los requerimientos de la investigación”, dijo Arthur L. Caplan, director de la división de la ética médica en el Centro Médico de NYU Langone.

 

Los auditores descubrieron que los empleados de Glaxo no registraron si los participantes de la investigación habían firmado nuevos formularios de consentimiento en el transcurso de los ensayos clínicos. Tampoco documentaron si los participantes estaban tomando la dosis prevista de drogas, o si un seguimiento cuando se enteraron de que los participantes no estaban siguiendo el protocolo de un experimento.