Quería platicarles lo padrísima que estuvo la graduación del Colegio Regina, fue una cena-baile en el salón Terrazas del Hotel Camino Real. Todas las niñas estaban preciosas y muy elegantes, pues el dress code fue etiqueta rigurosa.

 

Como buenas reginudas, y que conste que yo también soy ex alumna, hubo gritos, lágrimas, abrazos, euforia y todo con un ambiente padrísimo de camaradería y gran solidaridad.

 

 

Consulta aquí la columna de Lola Obregón.