Al menos 750 compañías internacionales de petróleo y gas en México, Estados Unidos y Canadá acordaron ir juntas en una alianza que, en el marco de la renegociación del TLCAN, buscará convertir a la región en un centro energético global y alcanzar la autosuficiencia energética en 2020.

 

Así lo expresaron en un documento conjunto el Instituto Estadounidense del Petróleo (API, por sus siglas en inglés), la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo (CAPP, por sus siglas en inglés) y la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI).

 

El API representa a 400 compañías, entre las que se encuentran Exxon, Chevron, BHP Billiton, Shell y otras; mientras que la CAPP produce 80% del gas natural y petróleo crudo de Canadá. En tanto, la AMEXHI, incluye a filiales en México de gigantes del sector como British Petroleum (BP) o la italiana Eni, así como otras mexicanas de reciente creación, en el marco de la apertura del sector a firmas privadas.

 

Las prioridades de la industria energética de América del Norte quedaron plasmadas en 10 puntos: reducción y eliminación de aranceles para todos los productos y sectores; liberalización total del comercio de todos los productos refinados y productos, así como los insumos esenciales en las cadenas de suministros.

 

El tercero de los objetivos es garantizar un trato no discriminatorio para los inversionistas extranjeros en los mercados nacionales; además, mecanismos de protección y solución de controversias inversionista-Estado, incluidos los casos de expropiación, además de asegurar una indemnización rápida y efectiva si ésta llega a ocurrir y normas de propiedad intelectual.

 

En particular, las tres asociaciones ponen énfasis en las reglas de origen para garantizar el flujo de datos transfronterizos, sin restricciones.

 

En este punto destaca como prioridad asegurar la movilidad de la infraestructura y del personal. Es decir, que las empresas puedan movilizar equipos de perforación, y buques a través de las fronteras terrestres y marítimas tanto entre México y EU, como entre éste último y Canadá. Esto, incluso para responder en caso de emergencias.

 

En el caso del personal, las tres asociaciones abogan además para que la visa NAFTA, creada hace 23 años, pero limitada a ciertas profesiones, incorpore también a profesionales calificados de la energía.

 

Señalan que las reglas de origen desarrolladas bajo el TLCAN son difíciles de aplicar en el contexto de un mercado de materias primas líquidas, por lo que considera necesario un nuevo lenguaje, por ejemplo para el caso de los diluyentes utilizados en mezclas transportadas por tubería.

 

El bloque energético reconoce los cambios dramáticos desde la entrada en vigor del TLCAN. En 23 años, Estados Unidos experimentó un aumento hasta convertirse en el principal productor mundial de petróleo y gas natural. México abrió su sector energético a empresas extranjeras y Canadá se posicionó entre los cinco productores de energía.

 

caem