El empresario Alberto Santíes Palacio podría ser citado a declarar por la muerte de Sergio González, escolta que golpeó a un chofer de Uber, dijo el subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Óscar Montes de Oca.

 

González Ibarra fue hallado muerto la tarde del jueves en un hotel de Atizapán, ubicado en Avenida Juárez 54, Ciudad López Mateos, Atizapán Centro, Estado de México.

 

Autoridades capitalinas confirmaron que el escolta murió el jueves de un infarto al miocardio, según los resultados de la necropsia de ley.

 

En entrevista con Enrique Muñoz para Radio Fórmula, el funcionario capitalino indicó que será el gobierno mexiquense el que concluya el caso del fallecimiento del escolta quien, de acuerdo con la procuraduría del Estado de México se encontró muerto y que había escrito una carta.

 

Montes de Oca detalló que no han tenido acceso a la nota, “sólo la hemos visto en las redes sociales no sabemos si es la original o no oficialmente pero vamos a estar en la espera de que la autoridad nos permitan acceder a ese documento y desde luego habrá que realizarse un estudio grafoscopio para determinar si proviene de la letra de esta persona”.

 

Señaló que se sabe que la esposa del escolta ya identificó el cuerpo y la procuraduría capitalina sigue con la investigación de lesiones y de robó a la víctima, hasta el momento se tiene un avance pero desde luego este evento de la muerte del escolta cobra relevancia y habría que esperar para resolver el caso y ver la probable responsabilidad de Alberto Sentíes.

 

Los hechos ocurrieron, de acuerdo a un video difundido por 24 HORAS, el pasado 11 de marzo, aproximadamente a las 14:30 horas en Viaducto Tlalpan, a la altura del Hospital de Cardiología, en la delegación Tlalpan, en el que se aprecia cuando Sergio González Ibarra baja a un automovilista, hoy conocido como Jair Alberto, de su auto para después someterlo, golpearlo, amenazarlo y robarlo.

 

Tras la divulgación de la grabación, la PGJ-CDMX comenzó una investigación para sancionar a los responsables de la agresión, incluido el dueño del Ferrari.