A partir de hoy, el kilogramo de gas licuado de petróleo (LP) bajará a 13.08 pesos en la Ciudad de México, es decir 1.45 pesos por debajo del precio de este este año, e incluso del que estuvo vigente en 2015.

 

La medida ocurre como parte de la apertura a las importaciones de gas LP establecida en la reforma energética y que quita a Pemex el monopolio para introducir este combustible al país, con el objetivo de que el precio sea liberado a partir del 1 de enero del año entrante.

 

Una vez que se implemente esta medida, el valor del combustible a los hogares mexicanos será determinado por los precios internacionales del gas LP, así como por la oferta y la demanda del público.

 

En México, según datos de la Secretaría de Energía, este combustible derivado del petróleo es utilizado por siete de cada 10 hogares mexicanos, por lo que es considerado de uso popular.

 

En 2015, el país consumió 16.12 millones de litros de gas LP, de los que 10.12 millones fueron producidos por Pemex, mientras que el resto se importó principalmente de Estados Unidos.

 

No obstante, para la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas) la disminución del precio puede afectar la competencia entre las empresas distribuidoras del combustible, pues las que tienen menos participación en el mercado pelearán en desventaja con las 10 firmas más grandes del país que concentran entre 70 y 80% del mercado.

 

En su opinión, las medidas anunciadas el domingo por la Secretaría de Hacienda interrumpirán el proceso de libre importación que se lleva a cabo desde este año y  “profundizarán las asimetrías entre los distintos actores del mercado, toda vez que favorecerán a quienes actualmente cuentan con ventajas competitivas”.