HOUSTON.- En un partido de una liga del nivel competitivo de la NFL no te puedes dar el lujo de arruinar el espectáculo de esa forma. Lo corriente en esa liga es que en los últimos minutos cualquiera de los dos equipos pueda ganar el juego o al menos forzar la prórroga. Por eso es imperdonable que con el balón en la yarda 38 del contrario que gana por siete puntos, en tercera oportunidad y con dos yardas por avanzar, todo termine en un pase interceptado.

 

Así fue la historia del encuentro que los Tejanos de Houston perdieron 27-20 ante los Potros de Indianápolis, que después de eso se dedicaron a quemar los dos minutos restantes con tres jugadas y su mariscal de campo, Matt Hasselbeck hincando la rodilla.

 

Justo Hasselbeck era el foco de atención en la víspera del juego, debido a la necesidad del equipo de que supliera al lesionado Andrew Luck. Y el veterano de 17 temporadas y 40 años lo resolvió con la soltura que hubiera podido esperarse. Ganó 213 yardas por aire y dio dos pases de anotación.

 

Tampoco es que los Colts hubieran basado su juego en los envíos aéreos, como es el caso si Luck está en los controles. Los de Indianápolis aprovecharon a Frank Gore, quien en 22 acarreos llegó a 98 yardas y consiguió una anotación.

 

Por los Tejanos, Bryan Holder lanzó para 312 yardas y dos pases de anotación, pero tuvo la mala decisión de lanzar un pase cuando tenía encima a Erik Walden, quien provocó el error en el largo envío que terminó interceptado y terminó con el intento de su equipo de remontar en el marcador.