A diferencia del abandono que padecen los beltronistas, el líder de los priistas en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, no sólo logró evitar los golpes del grupo mexiquense que apergolla al Presidente de la República, sino que además se ha convertido en uno de los hombres más poderosos de este gobierno.

 

Tanto –aunque algunos lo duden– como el secretario de Educación, Aurelio Nuño, o, incluso, el omnipresente Luis Videgaray.

 

La cercanía de Gamboa con Enrique Peña Nieto, sus juegos de golf los sábados en Ixtapan de la Sal (o en algún otro lugar), la confianza que le dispensa el mexiquense se han traducido en poder –poder real, tangible– para el líder senatorial y los suyos.

 

Nomás hay que ver cómo el yucateco coloca, a diestra y siniestra, a senadores bajo su manto que piden licencia para ser ubicados en sendas secretarías y organismos descentralizados; o cómo ha ubicado piezas importantes de su equipo en el mismísimo CEN del PRI.

 

Van algunos nombres: colocó al hidalguense David Penchyna al frente del Infonavit; al ex gobernador René Juárez Cisneros como subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación (ni más ni menos que en lugar de Luis Miranda, el compadre de Peña Nieto, ahora secretario de Desarrollo Social); a Eviel Pérez Magaña como subsecretario de la Sedesol.

 

Del grupo parlamentario del PRI en el Senado, Gamboa ubicó también a Ernesto Gándara como secretario técnico del Consejo Político del PRI y a Arturo Zamora como secretario de Organización del partido; y a Ismael Hernández como delegado del tricolor ¡en el Edomex!

 

 

Procedentes de otros rumbos –del Fonatur, concretamente– llegó también con la bendición de Emilio, el nuevo secretario de Operación Política del PRI, Héctor Gómez Barraza.

 

En posición clave en Los Pinos, como coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, tiene –desde hace año y medio– a Eduardo Sánchez (sustituyó a David López, uno de los hombres más estimados por Peña).

 

Y así podríamos seguir… Pero sean suficientes estos botones para asentar que Emilio Gamboa Patrón cuenta hoy en día con mucho poder, quizás tanto como cuando ocupó la secretaría particular del presidente Miguel de la Madrid (1982-1988) y, desde ahí, abrió la puerta para la sucesión en favor de Carlos Salinas de Gortari.

 

Hoy, desde su liderazgo en el Senado y con actores clave en puntos estratégicos –particularmente en posiciones clave del PRI–, no cabe duda que será factor importante para manejar el proceso de la sucesión presidencial de 2018. Tanto dentro del PRI como a nivel federal.

 

Incluso hay quienes afirman que Gamboa personalmente podría tomar las riendas de la transición, sea como un “poderoso secretario” en el gabinete de Peña Nieto –en Gobernación, por ejemplo, si Miguel Osorio Chong llegara a ser el candidato– o como presidente del PRI, en caso de que Enrique Ochoa no amarre la conducción del priismo y/o su partido pierda la elección en el Estado de México el año entrante.

 

GEMAS. Obsequio del caricaturista Ángel Boligán, ganador del premio La Catrina en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: “La caricatura es una sonrisa que no mata, pero pega en la cabeza”.